Este fin de semana el Gabinete de Transporte de la Gobernación del Táchira, suspendió de forma temporal el servicio de transporte interurbano en la zona fronteriza, tras registrarse la rotura del muro de contención en un tramo de la Troncal 1, a la altura del Páramo Los Cacaos, en el municipio Capacho Viejo.
La orden sorprendió a los conductores de los DT9 (encavas), pues pensaban que para este grupo de unidades (32 puestos), por su tamaño, sí habría posibilidad de seguir laborando por la arteria vial.
«La ruta entre San Antonio del Táchira-San Cristóbal la cubrirán solo las líneas suburbanas», reza un comunicado firmado por el diputado José Rosales Aleta, al dejar por sentado que «una vez culminada la recuperación de la vialidad, se retoma el servicio con plena normalidad».
Temen por la soledad
Decenas de trabajadores del terminal de San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar, se pronunciaron a las horas de conocerse el comunicado. Pidieron a la Gobernación del estado no suspender la salida de las encavas con ruta interurbana desde la frontera.
José Niño, mototaxista, instó a las autoridades a habilitar la ruta de las DT9 (encavas) por Rubio para que puedan seguir ofreciendo el servicio desde la frontera y, de esta manera, no se vean afectadas las familias que hacen vida laboral en el puerto terrestre, reseña La Nación.
Niño recordó que las unidades interurbanas son las que les dan vida a las instalaciones. Entienden lo sucedido en la Troncal 1, tras la caída de un muro en el Páramo Los Cacaos, que limita el tránsito de vehículos, pero piden que no sea suspendido del todo el servicio de transporte.
«Pueden habilitar la vía de Rubio, los DT9 pueden pasar por ahí. Nosotros contamos con estas unidades, que son las únicas que nos dan la garantía de traer pasajeros a San Antonio», insistió, pues recalcó que las rutas suburbanas no están cumpliendo con el reglamento de vialidad.
Los vendedores de boletos y dueños de agencias también respaldaron el llamado: «Somos muchos padres de familia que dependemos y necesitamos de este trabajo. Pedimos que tengan consideración con nosotros».
Los trabajadores puntualizaron que son más de 2 mil familias las que se verían perjudicadas por la paralización del terminal.
«Por capricho de tres o cuatro personas que laboran en el terminal de San Cristóbal, no se puede perjudicar a los que trabajamos acá. Nosotros también somos venezolanos y tenemos derecho al trabajo», dijeron.