La justicia británica decidió este jueves 28 de mayo que determinará a quién reconoce como legítimo presidente de Venezuela, entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó, antes de juzgar la demanda presentada contra el Banco de Inglaterra para que devuelva las reservas de oro venezolano.
El Banco Central de Venezuela (BCV), presidido por Calixto Ortega, se querelló ante un tribunal de comercio de Londres para recuperar más de 30 toneladas de oro que tiene depositadas en la institución británica y que asegura necesitar para luchar contra el coronavirus.
Pero el Banco de Inglaterra afirma verse atrapado entre esa dirección del BCV y otra rival, designada por Guaidó.
Admitiendo la «urgencia» de una cuestión que los querellantes califican de humanitaria, el juez optó porque se decida primero a quién se reconoce como presidente del país, para despejar el camino legal, mientras que un abogado del banco pidió que se incluya en el caso a los abogados de todas las partes.
Audiencias online
El caso, de por sí muy complejo, se verá complicado por la necesidad de realizar las audiencias por videoconferencia debido al coronavirus con testigos en diferentes continentes y distantes husos horarios.
La cuestión del reconocimiento se dirimirá así en un juicio de cinco días «no antes del 22 de junio».
Guaidó a escrito a las autoridades británicas pidiendo que no entreguen las reservas de oro al gobierno de Maduro, que lleva año y medio intentando recuperarlas, porque son de la República, pero resulta que ese es el mismo argumento que la defensa de Maduro esgrime para exigir la devolución, y ha declarado que en caso de que el banco no quiera devolverlo, lo denunciará ante la Corte Penal Internacional (CPI).
La propuesta del BCV es que los fondos -1.000 millones de dólares- se transfieran al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de forma que estén gestionados por la ONU y se destinen a la compra de suministros como los equipos médicos necesarios para combatir el covid-19.
En tal sentido, el Banco de Inglaterra se estaría negando a otorgar los recursos no a la administración de Maduro, sino a Naciones Unidas para la compra directa de medicinas, alimentos y equipos médicos para enfrentar la pandemia.
Su argumento hasta ahora ha sido que la solicitud fue hecha por Venezuela ante el colapso de los precios del crudo y su producción petrolera.