Hasta el edificio sede de la empresa estadal Hidrolara, en la avenida San Vicente con la calle 49 de Barquisimeto, se acercó un grupo de habitantes de varias barriadas populares del suroeste de la ciudad, en reclamo de solución al serio problema de la turbiedad del agua que reciben por tubería, algo que están afrontando desde hace ya más de una semana.
Concretamente, estuvieron allí presentes habitantes de sectores populares tales como San Francisco, Santa Isabel, La Carucieña, “José Gregorio Hernández”, La Lucha, Pílade Moctezuma y otras más.
Los manifestantes fueron acompañados en su reclamo, entre otras personas, por destacados luchadores por los derechos humanos en esta localidad, específicamente Nelson Fréitez, Marisol Bustamante y Alcides Pérez.
Igualmente, estuvo asimismo con ellos el padre Raúl Herrera, cura párroco de la urbanización La Carucieña.
Este último precisó que, en las antes mencionadas barriadas, se les está presentando una situación que, “al parecer, afecta también a gran parte de los hogares barquisimetanos, al menos a los que tienen servicio de agua por tubería”.
-Y ese problema no es otro que el de la intensa turbiedad con que les está llegando el preciado líquido; y eso, cuando les llega, porque, para variar, e igualmente como ocurre en buena parte de Barquisimeto, no todas las casas reciben diariamente su respectiva dotación de agua por tubería, como debiera ser.
Explicó Herrera que, una vez en el lugar, fueron recibidos por la vicepresidenta de dicho despacho, la ingeniera Samira Salvatrice.
-Pero simplemente ella no ofreció solución alguna al momento, por cuanto les salió con una serie de explicaciones: Que si se necesitan no sé cuantos miles de kilos de sulfato de aluminio, y no sé cuántos de cloro, y que eso ahora no viene de El Tablazo, Estado Carabobo, sino de Puerto Ordaz, en el Estado Bolívar; y que si ahora el problema de la falta de combustible pata movilizar los camiones… y pare usted de contar.
-En fin, sencillamente les dijo que esperaran “unos días” para que llegara la solución al problema, que está afectando la salud de los habitantes de todas esas barriadas, incluidos niños y adultos mayores.
Informó Herrera por último que los vecinos en cuestión van a esperar una semana, y que, si no hay solución al problema, entonces decidirán si toman nuevas acciones, y qué tipo de acciones van a tomar.
Reinaldo Gómez
Fotos: Cortesía