Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y su esposa, Jill, visitaron este domingo la escuela de Uvalde (Texas) en la que el martes se produjo un tiroteo en el que murieron 19 niños (en su mayoría de 10 años) y dos maestras.
Los Biden pasearon durante varios minutos ante el memorial dedicado a las víctimas, mantuvieron una conversación con la directora de la escuela, Mandy Gutiérrez, y con el superintendente del distrito escolar, Hal Harrell, y luego asistieron a una misa en honor a los fallecidos.
Tras la misa, también se reunieron con supervivientes del tiroteo y familiares de las víctimas, un encuentro que fue a puerta cerrada.
En el memorial a las víctimas, el presidente y su esposa depositaron un ramo de flores. Además, leyeron detenidamente los nombres de los fallecidos y acariciaron algunas de sus fotografías. Pudo observarse a Biden con lágrimas.
Rubén Cárdenas, que trabajaba con Joe García -quien murió de un ataque al corazón tras perder a su esposa Irma, una de las maestras asesinadas en la masacre- valoró positivamente en declaraciones a EFE la presencia del presidente mientras hacía fila para entrar en la misa este domingo.
«Diga lo que diga, saldrá de su corazón. Está aquí para dar su consuelo a las familias, para decirles que no se les olvidará. El mundo entero está paralizado por lo que ha ocurrido a estos niños pequeños», aseguró.
Fuente: El Nacional