En la vida cotidiana, es normal que las personas pierdan algunos cabellos durante el día. Pero, ¿en qué punto debemos prestarle más atención a esta conducta en nuestro cuero cabelludo? Normalmente se relaciona la alopecia con la pérdida gradual del cabello, habitualmente cuando son más de 100 cabellos diarios. Esto se produce por una acumulación de linfocitos alrededor del folículo piloso, (es la parte de piel que se encarga de hacer crecer el cabello) y paraliza el desarrollo del pelo y provoca la caída.
“Existen diferentes factores que influyen en la pérdida de cabello: el estrés, la genética, la alimentación desequilibrada, el uso excesivo de champú y del secador, un peinado fuerte o violento, el embarazo, la radioterapia, el consumo de ciertos medicamentos e incluso por enfermedades como la sífilis, la diabetes, el hipotiroidismo, la anemia y el lupus”, explica la Dra. Laura Blanco, médico cirujano especialista en medicina estética (@drapielsaludable).
En la actualidad, se han diagnosticado diversos tipos de alopecia, siendo los siguientes los más comunes:
· Alopecia androgénica: es la pérdida de pelo a causa de factores genéticos. Afecta al 50% de la población masculina y casi al 50% de las mujeres mayores de 50 años, ya que antes está protegida por sus estrógenos.
· Alopecia areata: en la mayoría de los casos, el pelo se cae a mechones dejando áreas sin pelo. Este tipo de alopecia puede causar la pérdida de todo el cabello.
· Alopecia traumática: es la consecuencia de factores externos tales como, los secadores, peines metálicos, tintes o permanentes.
· Alopecia difusa: puede aparecer por enfermedades, cambios hormonales o los efectos secundarios de algunos medicamentos.
“Para diagnosticar la alopecia se realiza una minuciosa historia clínica que permite detectar alguna alteración que justifique la caída del cabello. En casos excepcionales, se recurre a una biopsia del cuero cabelludo” afirma la Dra. Blanco (@drapielsaludable).
Si la pérdida del cabello no es grave, el pelo vuelve a crecer en unos meses sin necesidad de tratamiento. Pero para los casos más severos, los tratamientos comunes son:
ü Plasma rico en plaquetas: esta técnica permite aislar y utilizar los factores de crecimiento presentes en la sangre del propio paciente para potenciar, acelerar y estimular la regeneración de los tejidos. Su aplicación a nivel capilar estimula la formación de colágeno, elastina y ácido hialurónico, aumentando la vascularización a nivel del folículo piloso y potenciando la regeneración en pacientes con pérdida moderada de pelo. Este tratamiento se realiza mediante microinyecciones en el cuero cabelludo de forma prácticamente indolora. Los resultados son progresivos y alcanzan el punto máximo al mes de la sesión. Con cada sesión se evidencian más los resultados.
Para la obtención del plasma rico en factores de crecimiento se realiza una pequeña extracción de sangre del paciente y se separan las fracciones plasmáticas mediante centrifugación.
ü Ozonoterapia: es un tratamiento alternativo realizado con ozono y oxígeno. Aumenta la oxigenación del cuero cabelludo y contribuye en la estimulación del metabolismo de las células. A su vez, elimina el exceso de grasa en el cuero cabelludo, combate la caspa, hongos, seborrea, limpia el folículo piloso y restaura los cabellos maltratados.
ü Productos inyectados
ü Champús medicados o lociones para la caída del cabello
ü Medicamentos o suplementos nutricionales: como aminoácidos sulfurados( taurina, cistina) que ayudan a acortar este período de caída del cabello.
Adicionalmente, existen algunos consejos para disminuir la pérdida de cabello:
- Seguir una alimentación adecuada
- Evitar frotar el pelo con fuerza debajo del agua
- Es fundamental mantener el cabello limpio con champús adecuados al tipo de pelo.
- Aplicar las mascarillas en las puntas y en las zonas medias del pelo, nunca en la raíz.
- Lavarnos un día sí y uno no
- Terminar con agua fría: de esta formar se cierra la cutícula del cabello
- El cabello debe secarse con una toalla primero, después al aire libre o con un secador a temperatura media.
- Proteger e cuero cabelludo del frio o calor extremos con gorras o sombreros.
Antes de realizar cualquier tratamiento, siempre es importante acudir a un especialista en el área.
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