La Asociación de Investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas a través de un comunicado, advirtió que Abdala “debería ser aplicado con consentimiento y bajo la modalidad de ensayo clínico por ser un prototipo vacunal”.
Reconoce la iniciativa de Cuba en desarrollar vacunas autóctonas contra la Covid-19. Sin embargo, apunta:
“Para que un candidato vacunal pueda ser considerado vacuna debe cumplir con las fases clínicas de evaluación de cualquier biológico y que estos estudios sean publicados en revistas avaladas por pares y aprobados por alguna agencia reguladora”.
Ante estas circunstancias, “consideramos que el biológico Abdala es todavía un candidato vacunal y por ende su administración debería realizarse bajo la modalidad de ensayo clínico en nuestro país, con el consentimiento informado de los voluntarios”, agregó.
«Recomendaciones no son escuchadas»
Igualmente, este martes 29-J, el administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, Víctor Hugo Basabe, en la red social Twitter, cuestionó que las recomendaciones de médicos y científicos “nunca han sido escuchadas”.
En la actualidad, hacen un experimento con la vacuna cubana –dijo- al tiempo señaló “para este criminal régimen lo único importante son sus «negocios» no la vida y la salud del pueblo”.
«No son vacunas»
El periodista Miguel Ángel Rodríguez, de EVTV, se sumó a través de un video a las voces que cuestionan el uso abdala en Venezuela.
Aseveró que «no son vacunas” aseveró refiriéndose a Abdalá. «Se comprarán 12 millones de dosis de cosas que no son vacunas», algo que seguramente va a parar en el cuerpo de los más pobres.
“Esa prueba no se la van a hacer los grandes jerarcas. Ellos ya están vacunados con vacunas seguras», comprobadas que han pasado por todos los protocolos de seguridad y están reconocidas por la OMS y la OPS, señaló.
Reiteró que comprarán “12 millones de dosis de no vacunas”, que además tienen un costo tremendo. La vacuna de Johnson & Johnson, es una sola dosis y cuesta tres dólares.
La vacuna más cara es la Pfizer y su costo está sobre $12 dolares, dos dosis, y la vucuna rusa Sputnik cuesta 10 dólares, dos dosis.
Pero resulta – enfatizó Rodríguez- que la “no vacunas cubana” son tres dosis y cada una cuesta $15.
Si se van a comprar 12 millones de dosis, para 12 millones de personas había que adquirir 45 millones de dosis por un monto de 540 millones de dólares, reprochó.
@auritarosacastillo
Foto referencial: vtv