«Declaración de Derechos Campesinos”
¿Una nueva herramienta para fortalecer los derechos de las comunidades rurales?”
PARTE V
Considero que no es cuestión de crítica o de retórica desmentida por la realidad, la producción agropecuaria no es cosa de juego, de improvisación, de manipulación de cifras o cálculos acomodaticios en papeles inertes. La producción agropecuaria no acepta improvisaciones, o falsos mensajes a la población. Sólo quien ha dedicado tiempo, conocimientos y experiencia logra ser eficaz y eficiente en el sistema de producción más impredecible que existe, sino analícese tan solo una variable: “Clima.”
Después de disponer los recursos monetarios para invertir en un área, con los documentos que acreditan su propiedad legal para ser destinada como una unidad de producción agropecuaria; después de conseguir los insumos necesarios: sementales y/o semillas para la siembra, abonos, productos para el control fitosanitario; maquinarias y equipos, de sortear el imposible de conseguir el combustible necesario e imprescindible para ponerlos a trabajar; de lograr construir un albergue en la unidad de producción:
¿Quién puede predecir si lloverá torrencialmente o vendrán periodos de sequías inaguantables? ¿Cómo luchar contra los depredadores de dos y de cuatro patas, contra la delincuencia común, la organizada y con quienes que detectan el poder, contra la inseguridad jurídica?
¿Cómo se es exitoso si después de vencer todos estos obstáculos, se es víctima de la delincuencia impune; del saqueo, del robo, asalto, secuestro, extorsión y/o cobro de vacunas? Y cuando se llevan al mercado los productos logrados en este escenario, un gran porcentaje se queda en las denunciadas matracas que se encuentran en el camino”
¿Cuál ha sido el resultado de la imposición de un sistema económico que conlleva acciones desfasadas y fracasadas repetitivamente en todas las regiones donde se han pretendido imponer?
El mejor ejemplo lo tenemos aquí, en Venezuela. La verdad no acepta que se pretenda distorsionar la realidad en la cual sucumbe el sistema productivo del país. Basta ir a un bodegón y confrontar los productos importados que allí se comercializan, con los que son producidos en el país. Ya hasta se pretende sembrar frijoles chinos.
El estamento político debe entender que la producción agropecuaria es un agro –negocio y que forma parte del sistema económico que no ha logrado un sistema productivo que trabaje a pérdidas, por tanto, este segmento de la economía nacional como base del sistema productivo, primer eslabón de la cadena de producción, imperiosamente tiene que dejar de ser la cenicienta de la cadena de producción, porque el pueblo necesita alimentos.
Se dice que es teoría de la Oficina de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, F.A.O. (palabras más, palabras menos):
“La soberanía alimentaria de los pueblos se logra cuando sus habitantes tienen los ingresos suficientes para lograr adquirir sus alimentos.”
De una vez por todas se debe tener presente que la producción agropecuaria es un agro-negocio; que no se puede seguir imponiendo que el sistema agropecuario sea la Cenicienta de la cadena de producción porque el pueblo necesita alimentos, y que no existe sistema económico que haya logrado trabajar a perdidas, si esto se obvia en cualquier plan de desarrollo, seguiremos en caída libre y el aumento de la hiperestaflación seguirá de manera incontrolada de forma o manera inversamente proporcional al ansiado bienestar social; esto seguirá siendo el resultado de los errores que se seguirían cometiendo por ignorancia o con intención premeditada, pudiéndose llegar a pensar que es una forma de dominación…
Es un simple llamado a reflexión a los dirigentes de un país en crisis político-económica, suficientemente demostrada.
Suyas son las conclusiones, aun dándome el derecho, que como todo ser humano tengo, el de ejercer el deber de errar.