Las iglesias, mezquitas y sinagogas en Francia volvieron a abrir sus puertas, pero sólo a una cantidad limitada de feligreses, luego de que las autoridades comenzaron a reabrirlas con cautela, después de un segundo confinamiento nacional para frenar los contagios de coronavirus.
Algunas iglesias se quejaron de que el límite de 30 personas y algunas lo calificaron de irrazonable. Otros sitios de culto sopesan permanecer cerrados hasta que puedan reabrir por completo.
Farid Kachour, líder de la asociación que dirige una mezquita en Montermeil, un suburbio de inmigrantes al noreste de París, dice que su templo simplemente no abrirá mientras haya un límite de 30 personas.
“No podemos elegir personas” a las que se les permita entrar para la oración. “No queremos crear descontento entre los fieles”, dijo.
Kachour subrayó que los musulmanes oran cinco veces al día y que la mezquita necesitaría 40 servicios al día para permitir que todos los fieles puedan hacerlo.
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