«El 90 % de los venezolanos afirma tener algún tipo de inconveniente con el suministro de agua. Nosotros tenemos tres indicadores para evaluar el servicio, el primero es la calidad y hemos visto como generalmente se presentan olores y sabores extraños. El aspecto es turbio, no es limpio«, así lo señaló Raúl Córdoba, economista, investigador y coordinador del Monitor de Servicios Públicos del Centro de Difusión del Conocimiento Económico para la Libertad, Cedice.
Señala que la principal causa de este problema es la desinversión por parte del Estado y las bajas tarifas que no permiten que el dinero recaudado se pueda utilizar para mejorar áreas críticas.
Según Córdoba, otro de los parámetros para evaluar es la cobertura. «Las tuberías matrices y secundarias son un problema porque no tienen el mantenimiento y la presurización necesaria. Hemos detectado que un aproximado de 40% de las tuberías presentan fisuras«.
El tercer indicador es la continuidad. «Los venezolanos vivimos bajo un esquema de racionamiento por muchas razones. Hay interrupciones en el servicio eléctrico lo que afecta las plantas de distribución y los sistemas de bombeo porque no se le da continuidad al sistema. Así vemos como se apagan unos sectores para prestarle servicio a otros«, enfatizó.
Protestas por la escasez de agua
Las protestas por la escasez de agua en el país son frecuentes, no obstante y a pesar de los reclamos, el servicio sigue siendo deficiente. A la par, según Córdoba, no se tiene claro si el gobierno ha podido hacer inversiones de alto impacto para mejorar la calidad del agua que reciben los venezolanos, reseñó El Carabobeño.
«El gasto público del gobierno es una caja negra. No existe una plataforma que permita conocer las inversiones y planificación de infraestructura de los servicios. Así que no pudiese aseverar que se han invertido recursos más allá del mantenimiento correctivo de plantas tratadoras y sustitución de tuberías, que no son más que trabajos que buscan mantener un esquema de racionamiento», expresó.
El experto argumentó que para mejorar de manera sustancial el servicio de agua se necesita una inversión importante. «Hace dos años las estimaciones indicaron que se necesitan entre 70 mil y 80 mil millones de dólares para reacondicionar el sistema de agua del país. Seguro hay que hacer un reajuste, al tiempo que también se debe sincerar el esquema tarifario porque es muy bajo y no permite la reinversión«.