Este viernes el presidente Maduro denunció este viernes la existencia de una campaña mundial destinada a presentar a los delincuentes y terroristas del bloque fascista del 28 de julio como víctimas de su gobierno. Durante una declaración pública, Maduro afirmó que organizaciones como la USAID y el Departamento de Estado de EE. UU. están financiando esta narrativa, mientras que la Unión Europea también se suma a la difusión de lo que él considera «falsa información».
Maduro subrayó la necesidad de justicia, afirmando que su gobierno no se dejará chantajear ni se mostrará cobarde ante estas acusaciones. «No le vamos a permitir que sigan haciendo daño, se les acabó el tiempo», declaró, enfatizando su determinación de enfrentar lo que considera una manipulación mediática y política en su contra.
Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión política en Venezuela, donde el gobierno ha enfrentado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Maduro ha insistido en que la justicia debe prevalecer y que su administración está comprometida a defenderse de lo que califica como ataques infundados por parte de potencias extranjeras.
La situación en el país sigue siendo delicada, con un clima de polarización y confrontación entre el gobierno y la oposición, lo que plantea interrogantes sobre el futuro político de Venezuela y la posibilidad de un diálogo constructivo entre las partes involucradas.