El Dr. Pablo Salcedo Nadal cumplió a cabalidad la tarea que Dios le encomendó en su peregrinar por la vida. Se puede decir que se fue con la satisfacción de hacer el bien como médico, como hombre, como esposo y padre. Pablo Salcedo Nadal no ha muerto, reposa en la casa del Padre, Dejó una profunda huella. No está demás decir que vivirá en cada uno de sus hijos, sus hermanos y estará prolongada su existencia en cada vida que salvó dando cumplimiento a su juramento Hipocrático.
Fue un hombre destacado, especial, médico pediatra de gran vocación de servicio y rigor científico indiscutible. Fue un ángel de la medicina.
Su fallecimiento a los 90 años de edad en su residencia en Caracas, ha conmovido profundamente a quienes compartieron parte de su vida, de su labor profesional, además de sus valores éticos y humanos. Obsequió conocimientos, sabiduría y su vasta experiencia.
Coromoto Álvarez periodista portugueseño de gran trayectoria en medios impresos nacionales, expresó en su programa de Radio Tropical 990 de Caracas: “Falleció el Dr. Pablo Salcedo Nadal el último discípulo de Rómulo Gallegos. El mayor de una dinastía de la Venezuela rural que nació hace más de 90 años en casa con paredes de barro, piso de tierra y techo de palma en Píritu, Municipio Esteller, del estado Portuguesa. Nació el 7 de noviembre de 1930 y fallece el 30 de noviembre de 2020.
Escapó con su familia de un incendio colectivo que incluía su residencia, para sobrevivir más tarde en Acarigua y luego esconderse de la policía política de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez al trepar a un techo del hospital Universitario de Caracas.
Reanudó reanudar sus estudios de medicina en la Universidad Autónoma de la ciudad de México bajo la tutela del maestro de juventudes, el ex presidente Rómulo Gallegos.
La hoja de servicios de este maestro de una de las disciplinas de mayor relieve en la investigación científica y en el comportamiento público y privado siempre al servicio del próximo, incorruptible en el manejo de la cosa pública al prolongar en el consultorio desde que recibió su título con especialización en pediatría en el área sanitarista hasta desempeñarse
Como director ejecutivo del Instituto Nacional de Nutrición, Viceministro de Sanidad y Asistencia Social y gobernador del estado Portuguesa,
Supo alternar su pasantía de galeno y factor gremialista de la Federación Médica Venezolana que adornó con espíritu gregario sin acceder jamás un ápice ante las tentaciones de la corrupción administrativa.
En México le correspondió recibir en el hospital donde prestaba servicios el cuerpo moribundo de su amigo, el poeta del pueblo venezolano Andrés Eloy Blanco, víctima de un accidente de tránsito el 21 de noviembre de 1955.
Este ilustre venezolano de dimensión universal fue uno de los dos mejores estudiantes de la Universidad Autónoma de México al lado de un estudiante de origen judío cuyo padre le ofreció a nuestro compatriota trabajar en sociedad con una clínica que le abriría a su hijo en el recién creado estado de Israel.
Pablo Salcedo Nadal tuvo como representante en el Alma Mater del país azteca al ex mandatario civilista autor de Doña Bárbara quien después de su derrocamiento el 24 de noviembre de 1948, retornó con el prestigio de sus obras Sobre La Misma Tierra y La Brizna de Paja en el Viento, ya no como el forastero sino como el hombre de luces tras la caída del tirano de Michelena el 23 de enero de 1958 y con él regresó Pablo Salcedo Nadal.
Se recuerda que a raíz de una explosión radioactiva en Rusia, Pablo Salcedo Nadal como Viceministro sanitarista, ordenó la incineración de carne de res contaminada que un grupo de importadores traída en cinco
En otra oportunidad se enfrentó a un tal Rangel que intentó introducir en el país a través de Cuba, vacunas procedentes de la India, sin cumplir con los protocolos legales establecidos.
Cuando inauguró el programa de leche escolar junto con otros beneficios alimentarios para beneficiar a los niños y a las madres en el Instituto Nacional de Nutrición, Pablo Salcedo Nadal se convirtió en el mejor centinela en la administración de los recursos financieros de ese ente oficial.
En el clínico de la ciudad universitaria le correspondió después atender en el servicio cardiovascular a cargo del doctor Rubén Jaén, al paciente Nicanor Matos quien sufrió un paro del músculo cardiaco. A Matos le habían cerrado el cine de su propiedad en Píritu, estado Portuguesa.
Por venganza este nuevo Nerón se convirtió en el terror de esa comarca al lanzar las películas a los techos de palma que ardían a pleno sol.
Matos al identificarse como piriteño, muy temeroso le dijo a su paisano que no le hiciera nada malo. El Dr. Salcedo le salvó la vida al incendiario de la casa de sus padres y le agradeció tal monstruosidad que le permitió huir hacia Acarigua en compañía del viejo Pablo Salcedo su esposa Doña Rosinda de Salcedo y sus hermanos Alirio profesor y Dimas prominente abogado y considerado el mejor alcalde en la historia del municipio José Antonio Páez ( Acarigua).
Ese pasaje de tan accidentada experiencia le permitió a esos tres hijos del núcleo Salcedo Nadal seguir estudios universitarios al lado de sus dos hermanos nacidos en Acarigua, la señora Celeste Salcedo Nadal y el politólogo y abogado Elías Salcedo Nadal.
La Federación Médica Venezolana en un acuerdo de duelo resaltó
Dr. Pablo Salcedo Nadal, insigne médico venezolano íntimamente ligado a la dirigencia y base del Gremio Médico Nacional en su condición de dirigente, gran sanitarista, además especialista en Pediatría y Puericultura, actual delegado a la Asamblea de la FMV, quien ocupara posiciones relevantes en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS) hoy Ministerio Popular para la Salud (MPPPS,)
Fue Viceministro, ex presidente del Instituto Venezolano de Nutrición, así como ex gobernador del estado Portuguesa, miembro activo de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Salud Pública.
Fue un gran amigo, franco y sincero, maestro, profesor. Para la juventud de Portuguesa, de Venezuela, su ejemplo debe ser permanente. Las condolencias a sus hermanos, hijos, nietos, demás familiares.