España considera que la “única salida” a la crisis en Venezuela pasa por unas elecciones presidenciales con garantías y supervisión de la comunidad internacional y a las que puedan concurrir todos los líderes políticos opositores, aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
En una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para explicar la crisis venezolana y la posición española, Borrell recalcó que a esas hipotéticas elecciones deberán poder “concurrir en igualdad de condiciones todas las formaciones políticas opositoras que fueron inhabilitadas” en los anteriores comicios, cuya legitimidad cuestionó la comunidad internacional.
Además, deberán ser supervisadas por un Consejo Nacional Electoral “con una composición equilibrada a diferencia del actual”, pues la gran mayoría de cuyos miembros son “personas afines al régimen” y algunas incluso figuran en la lista de personalidades sancionadas por la Unión Europea (UE), precisó Borrell.