Para el periodista y analista político Jorge Euclides Ramírez, activo integrante del Movimiento DECODE (Movimiento para la Defensa de la Constitución y la Democracia), la Presidencia Interina que hoy encarna Juan Gerardo Guaidò Márquez es el contrapeso opositor en la balanza de poder frente al gobierno de Nicolás Maduro y representa el punto de apoyo que utiliza Estados Unidos, junto a otros países, para presionar al régimen venezolano a que negocie condiciones electorales satisfactorias con miras a las próximas elecciones presidenciales. Eliminar esta Presidencia interina-afirma- representaría entregar el único bastión de poder que tiene para competir con éxito ante un gobierno que controla y domina las diferentes instancias de poder público.
Para Ramírez el Interinato debe terminar al conocerse los resultados de las elecciones presidenciales, donde el pueblo venezolano debe decidir por vía constitucional la solución al conflicto de autoridad que se vive en Venezuela desde el 2018 y que se materializa en enero del 2019 al asumir Juan Guaidò la Presidencia de la Asamblea Nacional y la Presidencia de la Republica en calidad de encargado.
LA MONTAÑA RUSA DE NUESTRAS EMOCIONES
La navidades del 2018 fueron unas de las más tristes en la Historia de Venezuela. Con racionamiento eléctrico todos los días. Sin pesebres, sin avenidas iluminadas, sin hallacas y sin esperanzas de cambio porque ese mismo año se había reelecto a Maduro por seis años con promesa de quedarse en la Presidencia por tiempo indefinido.
A principios de Enero del 2019 la noticia política era quien sería el nuevo presidente de la devaluada Asamblea Nacional, por un acuerdo previo ese año le tocaba al partido Voluntad Popular y sus dirigentes más conocidos no estaban disponibles, Freddy Guevara asilado en la embajada de Chile, Carlos Vecchio ( fuera del país y Luis Florido fuera del partido por renuncia. Por descarte VP escoge a un joven casi desconocido para la opinión pública, Juan Guaidò.
Su designación genero expectativas y simpatías, era una figura fresca con un discurso sencillo y al presentarse a su juramentación con su pequeña hija en brazos creó una ruptura respecto a la imagen cansina que daba la dirigencia opositora en ese momento.
Hubo presión para que como nuevo Presidente de la Asamblea Nacional se proclamara como Presidente Encargado de la Republica ante la ilegalidad del triunfo que obtuvo Nicolás Maduro, según expertos en la Constitución, debido a que las elecciones donde ganó fueron convocadas por una instancia calificada como ilegitima. Juan Guaidò contra el criterio de muchos analistas y políticos de gran trayectoria y sabiduría, decide echarle pichón y el 23 de Enero asume la Presidencia Interina, en un gesto que sacó a millones de venezolanos a la calle para apoyarlo. Nace de esta forma un nuevo líder sobre el cual buena parte del pueblo venezolano puso sus esperanzas.
Aupado por el respaldo público del Presidente de Estados Unidos Donald Trump y unos setenta países democráticos, incluidos casi todos los hispanoamericanos que se agruparon en el Grupo de Lima, Juan Guaidò pide una ayuda humanitaria para socorrer las inmensas necesidades del pueblo venezolano en alimentación y medicinas. Esta ayuda humanitaria entraría por Cúcuta y por la frontera con Brasil el 23 de Febrero de ese año. Esta ayuda sería custodiada por soldados de varios países, especialmente de Estados Unidos, lo cual creó la matriz de opinión que habría una intervención militar para rescatar la democracia venezolana. Saber si había un plan organizado para cumplir este objetivo quedará para la historia, pero en Venezuela todo el mundo lo asumió de esta manera y en todo el país se organizaron comités de voluntarios, miles de personas, que estarían esperando la caravana con soldados que entraría por Colombia y llegaría a Caracas pasando por las principales ciudades del país que estaban en la ruta admirable.
Juan Guaidò viajó de forma subrepticia para encabezar la entrada desde Cúcuta. Pernoctó en Carora y luego en viaje secreto atravesó la frontera por las trochas. Todo un escenario que enardeció las expectativas populares, En la frontera colombiana aguardaba el Vicepresidente de los Estados Unidos junto a varios presidentes suramericanos y de esta manera las cornetas de avance resonaban por todo el territorio venezolano.
Pero la caravana fue detenida a tiros por centenares de civiles (colectivos) fuertemente armados que se apostaron en los puentes para detener la caravana. Quemaron un camión, bloquearon los canales de circulación y todo quedó en una aventura fallida.
Luego de este episodio sobre el cual se despertó en la oposición venezolana una gran emoción y que la llevo nuevamente a llenar las calles y avenidas de todo el país ,se consolida el prestigio de Juan Guaidò porque lejos de amilanarse mantuvo una posición combativa y recorrió varios países democráticos para profundizar apoyos para la Presidencia Interina. Se conformó el Grupo de Lima donde estaba una alianza de democracias del continente americano que reiteradamente ratificaba su apoyo democrático, insistiendo que la salida era electoral y no armada, por ello fracasa el intento de activar una intervención militar por vía del resucitado TIAR.
Con el paso del tiempo hubo desaliento ante la falta de resultados, surgieron polémicas por denuncias de corrupción sobre Monómeros, una empresa venezolana ubicada en Colombia y manejada por el Gobierno Interino. Todo esto condujo al decaimiento del apoyo popular a Guaidó y al Interinato, pero como el venezolano vive montado en una montaña rusa de emociones al anunciarse su eliminación, resurge un sentimiento de respaldo a su persona y a la Presidencia Interina.
SABER ESCUCHAR AL PUEBLO
Uno de los principales problemas que ha tenido la oposición venezolana en los últimos años es su desconexión cognitiva con la gente, no la entienden o no saben interpretar sus mensajes. Cuando el 30 de abril del 2019 se intentó un levantamiento militar contra Maduro y se convocó al pueblo a la calle, no hubo respuesta, la gente no salió porque no vio fu erza y efectivamente allí hubo un gran fracaso, un error costoso que aún se paga. Al día siguiente, para las concentraciones democráticas del primero de Mayo las calles y avenidas de Venezuela se desbordaron, en un claro mensaje popular que querían un camino seguro sin aventuras.
En esta oportunidad el mensaje es también claro. Queremos que Juan Guaidó siga en la Presidencia Interina hasta que haya un Presidente reconocido por todos mediante unas elecciones libres y transparentes. El mensaje es para toda la oposición pero especialmente para Juan Gerardo Guaidó Márquez.
Que hacer para solucionar la encrucijada que esto representa. Si hay una verdadera unidad no habría mayores problemas, pero si prevalecen intereses grupales o partidistas la solución puede convertirse en un nuevo problema.
Lo único que ahora está claro es que la mayoría quiere que continúe la Presidencia interina, mas como bastión de resistencia política que como administradora de activos en el extranjero. Tiene la palabra y decisión la plataforma unitaria, ojalá no se equivoquen sobre el mensaje claro y contundente que está enviando la mayoría del pueblo venezolano que quiere un cambio.