De situación «muy, muy grave» tildó la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, la decisión de su país de sacrificar a 17 millones de visones por una mutación del coronavirus que podía propagarse a los humanos.
Frederiksen explicó que el virus mutado representaba un “riesgo para la eficacia” de una futura vacuna contra la covid-19.
Sin embargo, el gobierno danés reconoció este martes que no cuenta con una base legal para ordenar el sacrificio de toda la población de visones criados en granjas.
La primera ministra propuso al Parlamento una ley que no tuvo el apoyo necesario para ser aprobada de manera urgente, por lo que de momento solo puede recomendar que se cumpla el sacrificio generalizado.
“Lamento lo ocurrido en el Parlamento y con los criadores de visones. A pesar de que estamos muy atareados, es obvio que debe de estar claro cuándo es necesaria una nueva legislación, y no ha sido el caso. Pero se trata de un problema de salud y los visones tienen que ser sacrificados“, expresó ante los legisladores.
Con información de Efecto Cocuyo
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