Los cuatro activistas que permanecieron ocho días encadenados en Caracas en protesta por la falta de avances para la población LGBTI, lograron que en Venezuela se permita el cambio de nombre a personas transgénos
«Hoy podemos irnos felices porque ganamos una batalla», dijo Koddy Campos, uno de los activistas que se encadenó, al salir de una reunión con diputados que les prometieron obligar al Consejo Nacional Electoral (CNE) a cumplir la Ley de Registro Civil que contempla el cambio de nombre por razones de género, un derecho asentado en 2009 y que no ha sido respetado por las instituciones.
Los manifestantes explicaron que el próximo miércoles, en compañía de legisladores, una decena de personas transgéneros serán las primeras en solicitar ante el CNE un nuevo documento de identidad que vaya acorde con su expresión de género.
«En los próximos días vamos a tener unos nombres dignos ajustados a la forma en que vivimos», dijo la abogada Richelle Briceño, que actuó como portavoz de los encadenados durante la última semana.
Además del derecho al cambio de nombre, los cuatro jóvenes que se amarraron en las afueras de la Defensoría del Pueblo también exigen al Estado anular el apartado judicial que condena con hasta tres años de prisión las relaciones homosexuales en los cuarteles.
Los activistas recriminaron el silencio por parte de las instituciones públicas ante numerosas peticiones, entre ellas una propuesta de matrimonio igualitario introducida ante el Parlamento en 2014 que no ha sido revisada.
Con información de Efe