Dos polémicas decisiones coloca en la palestra pública al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Por un lado rechaza la ayuda humanitaria ofrecida por Argentina, tras los daños ocasionados por las lluvias, y por otro dictó un decreto que prohíbe a las escuelas exigir a sus alumnos estar vacunados contra la covid-19.
El texto subraya que la obligatoriedad de la inmunización no está contemplada en la legislación brasileña.
El próximo ciclo lectivo iniciará a finales de enero y, según todas las previsiones, las clases serán totalmente presenciales, tras haber funcionado en forma remota o mixta desde marzo de 2020, cuando llegó al país la pandemia que ha causado la muerte de unos 610.000 brasileños.
En medio de la controversia, el Gobierno de Brasil rechazó la ayuda humanitaria ofrecida por Argentina tras solicitud el pasado miércoles del gobernador del estado de Bahía, Rui Costa, la autorización para recibir d la asistencia humanitaria.
Sin embargo, el Gobierno afirma que los recursos personales y económicos destinados para atender la situación son suficientes.
«En caso de un agravamiento de la situación, que requiera asistencia adicional, el gobierno brasileño puede llegar a aceptar el ofrecimiento argentino de apoyo de la Comisión Cascos Blancos, cuyo trabajo es ampliamente reconocido», dice otro párrafo del documento.
La ayuda humanitaria ofrecida por Argentina incluía profesionales especializados en las áreas de agua, saneamiento, logística y apoyo psicosocial a los damnificados.
Según la Superintendencia de Defensa y Protección Civil (Sudec) al menos 24 personas han muerto, 91.258 han sido desplazadas y 629.398 personas se han visto afectadas por las lluvias.
A pesar del envió de ayuda y fondos al estado de Bahía, el presidente Bolsonaro ha sido blanco de fuertes críticas pues, además de que muchos consideran insuficiente, mientras cientos de familias sufren las consecuencias de las inundaciones mientras el mandatario se encuentra de vacaciones en Santa Catarina, ubicado al sur de Brasil.