Allan Brewer-Carías, conocido abogado constitucionalista, y Carlos Alaimo, presidente-editor del diario digital “Versión Final”, analizan la situación desde lo jurídico y político, respectivamente. A ellos se suma el Consejo Superior de la Democracia Cristiana.
Un “gobierno parlamentario”
Según Brewer Carías, la reforma viola la Constitución Nacional por cuanto se quiere establecer un gobierno parlamentario que pasa por encima de la separación de poderes, claramente establecida en la Carta Magna.
Apunta que “el régimen de transición hacia la democracia que decretó la AN en febrero de 2019, tuvo su motivo fundamental en el hecho de que, al inicio del período constitucional 2019-2025, no existía presidente legítimamente electo que pudiese asumir la presidencia de la república”.
Asimismo, recuerda que en mayo de 2018, ese parlamento había calificado la elección de Nicolás Maduro como inexistente, y a su gestión como “una usurpación”.
Y de allí –prosigue–, esa “falta absoluta” fue cubierta por el presidente de la AN para ese momento, que lo era Guaidó, como “presidente encargado de la república”, hasta tanto se efectuasen “elecciones presidenciales justas, libres y competitivas”.
Recuerda que todo ello debía efectuarse “sin alterarse en forma alguna los principios cardinales del régimen político-democrático de gobierno previsto en la Constitución”.
Y de allí viene su rechazo a la mencionada reforma, sancionada el pasado 27 de diciembre, en tanto desvirtúa el régimen constitucional del gobierno presidencial, al establecer un gobierno parlamentario, el cual altera el principio de la separación de poderes que establece la Constitución.
Brewer Carías se explica en una extensa carta enviada a la diputada de la AN de 2015, Delsa Solórzano, para quien la prolongación del interinato de Guaidó es “plenamente constitucional”.
“Un error político”
Carlos Alaimo considera que “la continuidad del Parlamento del 2015 es un error político que pagarán los ciudadanos”.
Asegura que “Venezuela en estos momentos necesita acuerdos, y mantener la estructura de la pasada AN, que presidió Guaidó, sólo es beneficio para unos pocos”, aludiendo específicamente a “una cúpula del G-4”.
Se mostró asimismo partidario de continuar con el diálogo de México, entre el Gobierno y la oposición. Y en torno a un eventual referendo revocatorio presidencial para 2022, solamente expresó que “es una carta a considerar”.
“El interinato quedará muerto”
Con similares argumentos se pronunció la Democracia Cristiana, también en una extensa declaración en la que analiza varios de los aspectos fundamentales de la aludida reforma.
Sin dejar de ratificar su apoyo a Guaidó, enfatiza que, “de aprobarse ese proyecto de reforma, quedará muerto el interinato, pero más aún: La transición y su finalidad sustantiva de restablecer la constitucionalidad y la democracia”.
Al final, la declaración hace un llamado a todos los partidos representados en la AN “legítima” a actuar en función del interés colectivo y de la unidad nacional.
Debate absurdo
El periodista experto en temas electorales Eugenio Martínez, considera que la oposición «implosiona» por el tema del estatuto, una discusión que califica de «absurda».
«Tan poca separación de poderes hay (en la oposición) que Guaidó como presidente de la AN, no convoca la sesión en donde se discutirán las facultades de Guaidó como presidente (E). Así de absurdo es este debate, que no cambiará en nada el panorama político de 2022», escribió en su cuenta de Twitter.
Advierte que, mientras «la oposición se diluye», la AN/6D, de mayoría chavista, avanzará en la designación del comité de postulaciones del TSJ y la reforma a la Ley del TSJ para disminuir la cantidad de magistrados.
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