México ha insistido en convocar a un diálogo entre Gobierno y oposición en Venezuela, con el fin de sacar a Venezuela de la crisis política, social y económica que atraviesa, mientras que España ha pedido también que Nicolás Maduro y Juan Guaidó inicien conversaciones pero para convocar nuevas elecciones presidenciales.
«Nosotros estamos por el diálogo, estamos por llegar a acuerdos sin el uso de la fuerza» en la resolución de la crisis de Venezuela, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en una conferencia de prensa en el Palacio Nacional, tras reunirse con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez.
«En este punto tenemos coincidencia con el Gobierno español en llamar al diálogo a las partes», añadió el izquierdista López Obrador, reiterando su invitación a que México albergue un diálogo entre Maduro y Guaidó, jefe del Parlamento venezolano y autoproclamado presidente interino, si ellos lo solicitan.
Sánchez, sin embargo, subrayó sus discrepancias. «La política exterior que tenemos cada uno de los países corresponde a nuestro acervo (…) El Gobierno de España lo que quiere es que por métodos democráticos, con unas elecciones justas, limpias y transparentes, la sociedad venezolana encuentre una solución a la crisis», dijo.
El próximo domingo vence el plazo dado a Maduro por España, Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda y Portugal para que acepte comicios libres so pena de reconocer al opositor como presidente encargado.
Sin embargo, Maduro obtuvo el apoyo de sus aliados Rusia, China, Turquía, Nicaragua, Bolivia y Cuba, y México y Uruguay le mantuvieron el reconocimiento.
Sánchez abogó por la «necesidad de constituir un grupo de contacto» no solamente de países europeos, sino también de latinoamericanos, «que pueda propiciar un diálogo entre las dos partes para que se pueda celebrar un proceso de elecciones».
Cuando le preguntaron si México formaría parte de ese grupo, López Obrador dijo que «no se pueden imponer las cosas, primero se tienen que sentar a dialogar las partes».