La Fiscalía boliviana informó este jueves (30.01.2020) que volverá a tramitar ante la Interpol la emisión de una notificación roja contra el expresidente Evo Morales, acusado por el Gobierno interino de Jeanine Áñez por delitos como sedición y terrorismo, después de que la entidad rechazara una primera solicitud.
El fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, aseguró a los medios que su despacho cumplió con «todo lo que señala el procedimiento que establece la Interpol” para hacer esta solicitud, pero pese a ello recibieron como respuesta el rechazo a la activación de las notificaciones azul y roja contra Morales.
La réplica de la Interpol fue «muy escueta» y «no señala cuál es el motivo de ese rechazo», por lo que el Ministerio Público solicitó una aclaración al respecto, indicó. «Viendo esta situación que no es definitiva, de acuerdo al cambio de circunstancias, se puede volver a solicitar la activación de esta notificación roja», explicó Lanchipa.
«No es orden de detención»
«Con base a esa respuesta (…) nosotros vamos a pedir, de acuerdo a las circunstancias, que puedan modificar algún otro elemento para reiterar la solicitud», sostuvo el fiscal.
Una notificación roja es una solicitud a fuerzas del orden de todo el mundo «para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de extradición, entrega o acción judicial similar», según explica la Interpol en su sitio web. Esa notificación es un aviso internacional sobre personas buscadas, «pero no es una orden de detención».
Evo Morales, que anunció su renuncia a la Presidencia boliviana el pasado 10 de noviembre denunciando un supuesto golpe de Estado para derrocarlo, fue acusado ese mismo mes de incitar a la violencia contra el Ejecutivo provisional desde su asilo en México, donde se encontraba antes de partir hacia Argentina.
La denuncia se sustenta en pruebas como un video en el que se escucha una voz atribuida a Morales, cuya autenticidad no ha sido demostrada por fuentes independientes, en la que supuestamente incita a un dirigente cocalero en Bolivia a mantener bloqueadas las ciudades para impedir el ingreso de alimentos y combustibles.
Con información de La Razón