La emergencia internacional declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el coronavirus puede ayudar a coordinar la prevención global, pero “no debería llevar al pánico”, destacó hoy el embajador chino para Naciones Unidas en Ginebra, Chen Xu.
“No hay razón para que demos la espalda a la OMS, consideraron necesario tomar la decisión y sus recomendaciones ayudarán a coordinar las acciones entre todos sus Estados miembros”, opinó el diplomático en una rueda de prensa en la sede europea de la ONU, un día después de la declaración de alerta global.
Chen admitió que la declaración podría tener cierto impacto psicológico en la opinión pública dentro y fuera de China, “ya que mucha gente no conoce su verdadero significado y necesita digerirla, pero no debería mover al pánico”.
Tampoco debería conducir a que se tomen medidas “excesivas” o “irracionales”, aseguró el embajador.
La declaración fue anunciada el jueves por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien aseguró que vino motivada no por la situación dentro de China sino por el aumento de casos en otros países y el temor a que el coronavirus llegue a lugares con insuficientes medios para combatir este tipo de epidemias.
El embajador señaló en ese sentido que China “está preparado para mostrar su solidaridad hacia países con sistemas de salud más débiles”, aunque también reconoció el fuerte impacto económico que la epidemia puede tener en su país y la necesidad de que China continúe recibiendo del exterior equipamientos tales como máscaras o trajes sanitarios de protección.
“Tenemos la confianza en que ganaremos la lucha contra el virus”, subrayó tras afirmar que “el presidente, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, lideran la movilización de toda China”.
El embajador también comentó, frente a las informaciones sobre supuestos casos de discriminación a chinos y asiáticos en diversos países a causa del miedo al coronavirus, que “ésa no es la actitud correcta, ahora necesitamos solidaridad y apoyo antes que estigmatización”.