La economía europea desaceleró notablemente al final del año pasado cuando un incremento de casos de Covid-19 motivado por la variante ómicron generó una escasez de suministros y un aumento en los precios energéticos, reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores. El resultado: Un invierno económico de descontento que quizá no se levante hasta más adelante este año.
Mucha de la desaceleración sucedió en Alemania, la mayor economía de Europa, donde las dificultades para obtener partes frenaron su economía manufacturera. Francia, España e Italia registraron un mayor crecimiento.
En los 19 países que usan el euro, el crecimiento en los últimos tres meses de 2021 fue solamente de 0,3%, indicó la agencia de estadísticas de la Unión Europea el lunes. Eso representa una desaceleración en comparación con el crecimiento de 2,2% registrado en el trimestre de julio a septiembre.
Para el año, el crecimiento fue de 5,2%, lo que subraya la manera en que la recuperación económica de Europa ha sido más lenta que la de Estados Unidos, donde el crecimiento en 2021 fue de 5,7%. El crecimiento estadounidense fue impulsado por lo que los economistas señalan fue un plan de estímulo económico proporcionalmente mayor al de Europa.
La economía europea “regresó casi exactamente a su tamaño que tenía antes del virus”, pero eso la coloca “muy detrás” de Estados Unidos, que llegó a ese nivel el año pasado y donde la producción es ahora más de 3% superior al que tenía a fines de 2019, explicó Jessica Hinds, economista sénior sobre senior Europa en Capital Economics.
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