La Asociación Civil Súmate y el Observatorio Electoral Venezolano coincidieron en que el Consejo Nacional Electoral (CNE) impuso una serie de requisitos que a su vez hicieron, que el proceso fuera imposible.
Para Francisco Castro, director de Súmate, el resultado de apenas 42.421 firmas para apoyar la salida de Maduro era algo de esperarse “con la baja información, los pocos puntos y lo atropellado que fue el proceso”.
Con respecto a los puntos, Castro señaló que “hoy los reglamentos que existen son sumamente ineficientes y por ende no hay criterio reglamentario para determinar una cifra exacta de acuerdo con la población”, pero añadió que en todo sentido “700 puntos era una cifra tan baja que hacían imposible recoger las firmas”.
Normalmente en una elección hablamos de 14 mil centros con unas 30 mil mesas, entonces unas 7 u 8 mil máquinas hubiese sido lo aceptable”, señaló.
Por su parte, Luis Lander, director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), contrastó los datos que se le solicitaban a cada persona que se acercaba a uno de los puntos para apoyar el revocatorio, con el total de tiempo disponible.
“En 17 días se estaba resolviendo un evento en el que: los electores debieron ser informados, se debe dar seguridad de tiempo a los promotores para promover el acto, se deben realizar auditorías técnicas y auditorías a las huellas dactilares, todo ese proceso en solo 17 días. Era absolutamente imposible”, señaló.
El director del OEV dijo que más allá de imposibilitar y negar un derecho constitucional a la población, el accionar del CNE dañó el proceso de recuperación de confianza en la institución y el voto, algo que poco a poco habían ido recuperando con las elecciones regionales y municipales el pasado 21-N.
Fuente: Crónica Uno