Un gran número de cargos del Partido Republicano consideraron este jueves que la imputación del expresidente estadounidense Donald Trump es una «caza de brujas» y advirtieron de que la población estadounidense «no la tolerará».
«La población estadounidense no tolerará esta injusticia, y la Cámara de Representantes pedirá cuentas a (el fiscal) Alvin Bragg y su abuso de poder sin precedentes», dijo el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy.
Para el legislador conservador, el fiscal «ha dañado de forma irreparable el país en un intento por interferir en la elección presidencial».
El senador Lindsey Graham, aliado de Trump e involucrado en otro de los casos legales del expresidente -el del intento de revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en el estado de Georgia- también criticó la imputación.
Graham, que tuvo una conversación por teléfono con Trump después de conocerse la noticia, aseguró en una entrevista recogida por The Washington Post que el exmandatario le dijo que «están usando la ley como un arma», algo con lo que el senador se mostró de acuerdo.
Sin embargo, se desmarcó de la idea de convocar protestas por la imputación, algo que el propio exmandatario hizo hace poco más de una semana cuando avanzó que esperaba ser arrestado.
La presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, coincidió en que se trata de una decisión con motivaciones políticas.
«Cuando nuestro sistema de justicia se utiliza como herramienta política, nos pone a todos en peligro. Este es un flagrante abuso de poder por parte de un fiscal de distrito enfocado en la venganza política en lugar de en mantener a las personas a salvo», dijo en Twitter.
Para el legislador conservador Jim Jordan, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, lo sucedido es simplemente «escandaloso», según publicó en Twitter.
El presidente de la conferencia política de acción conservadora CPAC, Matt Schlapp, calificó la decisión de la fiscalía de Nueva York de un «abuso de poder».
«La persecución y la nueva acusación al presidente Trump es una violación escandalosa de las normas constitucionales y una continuación de un una persecución política demente», escribió Schlapp en un comunicado.
Quien no se ha pronunciado de momento a la noticia es el líder de los conservadores en el Senado, Mitch McConnell, principal figura de la oposición a Trump dentro del Partido Republicano y frecuente objeto de críticas del expresidente.
Los demócratas, por su parte, insistieron en que «nadie está por encima de la ley», tal y como afirmó en un comunicado el congresista demócrata Jamaal Bowman.