El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, fue asesinado en Teherán, según informó la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán en la madrugada del miércoles. Hamás ha culpado a Israel por este ataque, que se produce en un contexto de creciente tensión tras el asalto del grupo a Israel el 7 de octubre, que dejó un saldo de 1.200 muertos y 250 rehenes.
En un comunicado, Hamás afirmó que Haniyeh murió «en un ataque aéreo sionista contra su residencia en Teherán» después de haber participado en la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní. La organización describió a Haniyeh como un «mártir» y expresó su pesar por su muerte, destacando su papel como líder del movimiento.
Por su parte, un portavoz militar israelí no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre el incidente. Israel, que ha prometido eliminar a Haniyeh y a otros líderes de Hamás, generalmente no comenta sobre operaciones llevadas a cabo por su agencia de inteligencia, el Mossad.
La comunidad internacional observa con atención este desarrollo, ya que la muerte de Haniyeh podría tener repercusiones significativas en la dinámica del conflicto entre Israel y Hamás, así como en la estabilidad de la región.