Tras las últimas protestas en Bolivia por la reelección del presidente Evo Morales, al menos cincuenta policías han resultado heridos.
Carlos Romero, ministro de Gobierno (Interior), destacó este dato durante una comparecencia ante los medios en La Paz, en la que señaló que uno de los heridos en el departamento amazónico de Pando tiene «hundido el cráneo» y quedó en estado de coma.
Romero calificó de «gravísimos» los disturbios de los últimos días en Cochabamba, una de las principales ciudades del país, de los que responsabilizó a «pandilleros» que circulaban en motocicletas, reseñó La Vanguardia.
Cochabamba registró en los últimos días graves enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente de Bolivia, Evo Morales, en los que la policía empleó material antidisturbios, como gases lacrimógenos, para dispersar a los violentos.
La autoridad denunció el uso de «bazucas» (lanzagranadas) durante estos incidentes, que atribuyó a grupos «preparados».