La humanidad se asoma al abismo del cambio climático y hace falta un esfuerzo mundial para evitar lo que los científicos describen como un escenario catastrófico para todos los seres que habitan en este planeta.
La pequeña república africana de Gambia en las costas del Atlántico se ha convertido en un ejemplo para la esperanza y el resto de las naciones deberían copiar su entrega por la supervivencia.
Y es que, mientras los científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (PICC) de Naciones Unidas advierten de que son necesarios mayores compromisos por parte de todos los países y de los más industrializados para frenar el calentamiento global, Gambia destaca por ser el único del que consta que ha adquirido compromisos suficientes de reducción de sus emisiones de los gases que lo causan.
Así se desprende de los datos del Climate Action Tracker, un análisis científico independiente que monitorea la acción de los gobiernos frente al cambio climático y su desviación respecto a los objetivos fijados en el Acuerdo de París de 2015.
Según el Climate Action Tracker, que compara los datos de unos 40 países, entre ellos los que más contaminan, si el resto de países asumiera compromisos equiparables a los de Gambia, nuestra especie podría cumplir su meta de evitar que en 2050 la temperatura de la Tierra haya subido más de 2 ºC, o preferiblemente 1,5 grados, respecto a la era preindustrial.
Por ser un país costero y fluvial, Gambia es un ejemplo de que los países menos favorecidos serán los que paguen el precio más alto por un desastre climático causado por los países más ricos y más contaminantes.
El ministro de Medio Ambiente de la nación africana, Lamin B Dibba, afirmó recientemente: «Los efectos del cambio climático nos siguen golpeando en múltiples frentes. El aumento del nivel del mar afecta nuestras aguas subterráneas, y nuestras costas y campos de arroz sufren por la erosión costera, mientras que vientos cada vez más intensos arrasan nuestras comunidades».
Foto: AP News