En la segunda década del siglo 21, cuando los efectos electrónicos y digitales forman parte de la vida diaria, es importante definir cómo estos avances tecnológicos cada vez más envuelven a las sociedades.
“Por un lado, tenemos todo lo que yo llamaría los activos de la burbuja: tecnología, interrupción de la innovación y criptomonedas”, dijo Richard Bernstein, director de inversiones de Richard Bernstein Advisors, días atrás en una entrevista con la cadena CNBC.
Bernstein es un experto en materia bursátil, con cuatro décadas de experiencia que lo hacen uno de los 57 analistas incluidos en el “Salón de la Fama de los Inversores Institucionales” de los Estados Unidos.
En la esa entrevista, Bernstein aseguró que la escasez de capital traerá oportunidades, algo que comienza a sentirse en algunas economías mundiales. Pero nuevamente critica las criptomonedas definiéndolas como “la mayor burbuja de la historia”.
Asegura y reitera que quienes apuesten a los llamados “activos burbuja”, van a perder y “golpearse”, como ocurrió a los inversores impactados por la explosión de la burbuja tech de los 2000 (aumento especulativo de las empresas que manejan el sector).
Meses atrás, también en la misma cadena CNBC, Bernstein advirtió que la carrera por comprar y meterse en el mundo cripto, se estaba convirtiendo en algo muy peligros para muchos inversores.
“Las criptomonedas son la burbuja financiera más grande de la historia”, reiteró el inversor, quien vaticina que el Bitcoin podría caer hasta un 90%, al igual que algunas acciones tecnológicas cayeron durante la burbuja del 2000.
El papel de la Reserva Federal ante las criptomonedas
Un inminente cambio en el tono de la política monetaria en los Estados Unidos y varias naciones desarrolladas, prometía poner a prueba a los mercados financieros en general y, muy en particular, al todavía novedoso mercado de criptomonedas.
Según un análisis de la publicación especializada en economía y finanzas Barron’s, el eventual endurecimiento de las condiciones monetarias globales será la gran prueba para los criptoactivos, que demostrarán si son activos especulativos o refugios de valor.
La expansión de los criptoactivos
A medida que transcurren los años se vienen generando nuevos hábitos de consumo. Procesos de transformación por la digitalización y el entorno financiero convencional, presentan nuevas alternativas que exhortan a establecer un marco de regulación.
Cada vez es más notorio el uso de los criptoactivos, y existen ya unas 10.000 criptomonedas en el mundo cuyo valor de mercado se ha multiplicado.
Álvaro Casado Pérez, director de FS Consulting Strategy, de KPMG en España, fue enfático al decir que gran parte de este crecimiento se basa en expectativas especulativas, en el que el gran público observa que está surgiendo una nueva clase de activos y, sin profundizar en el entendimiento, comienza a actuar para no perder una posible oportunidad de ganancias.
En las economías europeas no existen hasta el momento regulaciones en esta materia. Sin embargo, países como España vienen advirtiendo la extrema volatilidad y complejidad del tema.
Para concluir, el Fondo Monetario Internacional en sus informes anuales de estabilidad financiera, incluye una recomendación para “implementar estándares globales y mejorar la monitorización del ecosistema de criptoactivos y monitorear las deficiencias relacionadas con éste”.