Aura Rosa Castillo
Entre los aplausos de la feligresía, y precedido por el clero, monseñor Víctor Hugo Basabe entró este sábado al templo de Santa Rosa en donde inició su misión como administrador de la Arquidiócesis de Barquisimeto encomendada por el papa Francisco tras quebrantos de salud de monseñor Antonio José López Castillo.
Acompañado musicalmente del coro de seminaristas, le esperaban la cofradía Divina Pastora, pastorales y movimientos católicos, empresarios, políticos, jóvenes, niños y feligresía en general, le dieron la bienvenida al prelado de la Iglesia Católica, quien durante la misa extendió un abrazo para que “juntos seamos constructores de una mejor sociedad», dijo.
Vale decir que, desde un primer momento, monseñor Víctor Hugo Basabe quiso iniciar en la referida parroquia su servicio en Lara y pedir ayuda a la Divina Pastora en la responsabilidad de guiar al “rebaño de fieles” larenses.
Con voz serena ante el púlpito pidió a la Divina Pastora:
“Madre, te imploro que mires a Venezuela, en estos momentos cada vez más difíciles, te pido que el próximo 14 de enero camines en hombros de una feligresía libre de la opresión y la angustia”, y dispuestos para la construcción de un país mejor, con una sociedad más justa y humana.
Oración que la feligresía aplaudió, muchos de ellos con los ojos húmedos y un nudo en la garganta.
Previamente, hizo una reflexión sobre la carta dirigida de Pablo a los Efesios, dijo que cuyo escrito estaba dirigido a las comunidades cristianas. Pablo buscaba fortalecer la paz y exhorta a reconocer a Cristo resucitado, cabeza de la Iglesia “y nos invita a verla como una realidad. A ser discípulos por siempre y eso “no es tarea fácil” por ser opuesto a la maldad, «por ello sufrió amenazas y rechazos, así a nosotros nos toca el acoso, y ser perseguidos pero no nos callarán. Jesucristo nos anima a predicar a los hombres la verdad”, expresó.
El papa Francisco me encomendó la iglesia larense, y vengo a hablar de Jesucristo, salvador del mundo y a vivir de cerca la feligresía. Vengo a proponer la alegría y la esperanza del Cristo que camina, -dijo- al tiempo que reitera la invitación a ser constructores de alma. Vengo a combatir la maldad como lo hizo Cristo, vengo a guiar el rebaño de Cristo, vengo pues, como centinela… por la fe que se levanta, con el furor de la voz. Vengo a denunciar violación de derechos fundamentales, eso quizás causa aversión y rechazo -dijo- a su vez invita a la feligresía a aprovechar “la gracia de Dios”.
Vengo a servir a la Iglesia, no a ser servido y con la ayuda de Dios afrontar el compromiso. Tengo la certeza de ser su amigo, de ser un padre cercano que les guiará, pero también corregirá y llamará la atención cuando sea preciso, y como padre no duden en venir a mí -aconsejó-.
“Cuenten conmigo, en estos momentos difíciles y juntos seamos constructores en el reino de Jesús”.
De igual manera, pide a la feligresía tenerlo presente en sus oraciones, porque no es tarea fácil -reitera. Y seguidamente pide a Dios le dé prudencia, magnanimidad y sencillez en demanda de la justicia.
Al finalizar la misa, monseñor Víctor Hugo Basabe anunció que irá a las parroquias a compartir alegría y esperanza.
La iglesia de júbilo
Desde muy temprano, pese a la lluvia y poco transporte, la feligresía comenzó a concentrarse en el pueblo de Santa Rosa, para darle la bienvenida a monseñor Víctor Hugo Basabe y manifestarles su apoyo.
El vicario Owaldo Araque manifestó que la iglesia está de júbilo, gozo por la determinación de la Santa Sede de nombrar a monseñor Víctor Hugo Basabe en este trabajo ministerial en la Arquidiócesis. Es un gran amigo, muy cercano. La feligresía lo recibe con entusiasmo.
En cuanto a la logística, dijo que es sencilla, porque es monseñor y tiene experiencia. Ya ha sostenido reuniones con el clero y los encuentros continuarán para conocer cómo se va a trabajar de ahora en adelante.