Desde que el rapero estadounidense Kanye West lanzara oficialmente su candidatura a la presidencia de Estados Unidos todo el mundo parece hablar de ello, pero no por su carrera hacia la Casa Blanca.
El cantante apareció en su primer mitin con un «2020» escrito en el cabello de la parte posterior de su cabeza, con un chaleco protector de seguridad y hablando a la multitud sin un micrófono. Recibió preguntas de los asistentes, pero no hubo un micrófono para el público y el evento transcurrió con desorden.
En el evento, un poco ortodoxo en Charleston, Carolina del Sur, West, de 43 años, se postuló por la formación política autodenominada «Birthday Party».
Un momento que sorprendió a muchos fue cuando West comenzó a llorar cuando hablaba sobre el aborto, pues dijo que sus padres casi tomaban la decisión de que no naciera. «No hubiera habido Kanye West, porque mi papá estaba demasiado ocupado», dijo.
«Yo casi mato a mi hija», confesó, al explicar que su esposa, Kim Kardashian West, dio a luz a su hija North «incluso cuando yo no quería».
Aunque señaló que el aborto debería seguir siendo legal, expuso que debería haber apoyo financiero para las nuevas madres que buscan dar a luz: «que todo el que tenga un bebé reciba US$1 millón», dijo.
Y algunos de seguidores del músico se han preguntado si su candidatura a la Casa Blanca en realidad es una estrategia promocional.
Después de anunciarlo el 4 de julio, calificó para aparecer en la boleta presidencial de Oklahoma, el primer estado donde cumplió con los requisitos antes de la fecha límite. Sin embargo, perdió el plazo para registrarse en la votación de varios estados, incluidos algunos que son clave como Nueva York, Florida, Texas o Illinois.
Este miércoles lo volvió a hacer, colgando tuits polémicos en su cuenta Twitter donde es seguido por 30 millones de usuarios, en ellos contó intimidades de su pareja Kim Kardashian , su familia y otra serie de ideas que volvieron a poner sobre el escenario su salud mental.
El cantante acusó a su esposa de intentar encerrarlo y luego de ser una “supremacista blanca”. Un límite para cualquiera. “Kris (Jenner, su suegra) y Kim emitieron un comunicado sin mi aprobación… eso no es lo que una esposa debería hacer. La supremacía blanca”.
“He tratado de divorciarme desde que Kim se reunió con Meek en el Waldorf por ‘reforma carcelaria’. Tengo 200 más. Este es mi tuit de la dama de la noche… Kris Jong-un. Pequeña bebé, mi rapero favorito, pero no hará una canción conmigo”, dijo de forma inconexa, comparando a su suegra con el dictador norcoreano Kim Jong-un.
“Respeto a Meek. Ese es mi perro. Kim fue desubicada. Valgo 5 mil millones de dólares y más que eso por medio de Cristo. Pero ninguno de ustedes escuchó a MJ (Michael Jackson), ¿y ahora ustedes le creen a ellos?”, continuó para concluir con otro tuit más tranquilo: “Dice su futuro presidente”.
Después de unos minutos, West borró todos los mensajes salvo el último, con lo que parecería confirmar que continuará con su intención de competir por la presidencia de los Estados Unidos.
El lunes por la noche, en otro arranque frenético de escritura, había acusado a su esposa de querer hospitalizarlo. “Kim estaba tratando de volver a Wyoming con un doctor para encerrarme, como en la película Get Out, porque lloré acerca de salvar la vida de mi hija ayer”, escribió el rapero en el mensaje que ya fue borrado de su red social.
También escribió “todo mundo sabe que la película Get Out es acerca de mí”. “Si termino encerrado como Mandela… ustedes sabrán por qué”, comentó sobre las intenciones de su esposa.
Con información de BBC Mundo e Infobae.
Fotos: AP