Partidarios de la secesión de Cataluña se reunieron el viernes en pequeños grupos en diversas partes de la región del noreste de España bajo la indicación de los organizadores de que mantuvieran el distanciamiento social en medio de un repunte de las infecciones de coronavirus.
Las manifestaciones tuvieron lugar en el Día de Cataluña, el principal feriado de la región. Antes, durante varios años, los separatistas se reunían el 11 de septiembre por cientos de miles y abarrotaban el centro de Barcelona.
Las manifestaciones de este año, pequeñas y bastante espaciadas, fueron organizadas para que comenzaran a la misma hora en toda la región; la gente aplaudía al unísono y coreaba a través de sus mascarillas “libertad” mientras permanecían separadas varios metros unas de otras en plazas públicas y espacios abiertos.
Las autoridades de salud del gobierno catalán prohibieron las reuniones de más de 10 personas debido a un repunte en los contagios en España.
“Mostraremos nuestra capacidad para organizar estas concentraciones adaptadas al COVID y que precisamente porque hay una crisis, la independencia (de Cataluña) es más urgente que nunca, porque queremos un Estado que pueda proteger las necesidades de sus ciudadanos”, dijo Elisensa Paluzie, dirigente del grupo prosecesionista ANC, el cual organizó muchos de los actos.
Durante años, las encuestas han mostrado que los 7,5 millones de habitantes de Cataluña están divididos casi a partes iguales sobre el tema de la independencia. El legislador regional Carlos Carrizosa, del partido unionista Ciudadanos, señaló a la pandemia como prueba de que el bando prosecesionista está fuera de contacto con la población.
“Quiero enviar un mensaje de apoyo a todas las personas que están en casa viendo estas manifestaciones convocadas en contra de las recomendaciones de las autoridades sanitarias”, dijo Carrizosa. “Hemos visto durante años que el feriado de hoy ya no representa a todos los catalanes, sólo a los separatistas”.
Otra asociación popular prosecesionista, Òmnium Cultural, recurrió a la creatividad e instaló 2.850 sillas vacías en una avenida en Barcelona, cada una con el nombre de un activista que esa organización asegura fue “perseguido” por apoyar al movimiento secesionista.
El Ministerio de Sanidad de España dijo que un total de 29.700 personas han muerto de COVID-19 en el país desde el comienzo de la pandemia.
Después de haber sometido al brote y relajado las estrictas medidas de confinamiento para reabrir la economía, el país registra un preocupante aumento en los casos confirmados. El viernes, España sumó 12.183 nuevas infecciones confirmadas, alrededor de 4.700 de ellas diagnosticadas en las últimas 24 horas, para un total de 566.326.