El enviado especial de Estados Unidos para el país, Elliott Abrams, dijo el 16-S en rueda de prensa que la administración Trump está llevando a cabo una revisión del comercio internacional de diesel de Venezuela.
«No tengo anuncios que hacer hoy, pero creo que se sabe que estamos revisando toda la cuestión del diesel».
Venezuela: Diesel en la mira
La posibilidad de que EEUU sancione el comercio venezolano del Diesel viene comentándose desde hace semanas. A finales de agosto, la agencia de informes de precios, Argus publicó que El gobierno de Estados Unidos reevaluaba los intercambios de diésel por crudo que hasta ahora estaban exentos de las sanciones petroleras de Venezuela.
Las petroleras Repsol, de España; Eni, de Italia, y Reliance, de India han estado realizando estas transacciones con Pdvsa, con autorización discreta de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Tesoro de EE.UU, pero altos funcionarios en el Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, estarían reconsiderando la exención, según ese reporte.
La agencia Bloomberg también sumó material al publicar que las nuevas sanciones podrían ir orientadas a cortar ese intercambio que, durante el mes de agosto, representó casi el 80% del combustible programado para enviarse al extranjero.
Pero mucho antes, en mayo, el director para las Américas del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, aseguró que la Casa Blanca amenazó con «sanciones devastadoras» a Repsol, ENI y Relliance si no dejan de bombear petróleo en Venezuela para posteriormente venderlo en el mercado internacional.
Peticiones por el diesel
A comienzos de septiembre, poco después de los reportes internacionales publicados durante la segunda quincena de agosto, diversas ONG como Provea, enviaron una carta abierta al secretario de Estado y del Tesoro de EEUU, para alertar de la gravedad que supondrá para la población la posible aplicación de estas nuevas sanciones, planteadas para después de octubre.
Una treintena de organizaciones y poco más de 70 individualidades, firmaron la carta que piden al gobierno de Donald Trump «apoyar mecanismos que mejoren las condiciones de vida de la población”, algo que se puede lograr “otorgando excepciones a las sanciones petroleras que permitan el intercambio de diésel por petróleo crudo«.
En Venezuela, el diesel es el principal combustible para generar electricidad y para transportar carga de bienes básicos, incluidos alimentos, medicinas y suministros humanitarios. Cortar el acceso a este combustible empeoraría las ya muy precarias condiciones de vida de millones de venezolanos que dependen de esta cadena de suministro ”, se lee en la carta.