Una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, ha identificado una nueva ruta biológica patológica asociada a la inducción y al mantenimiento de propiedades malignas de los cánceres de cabeza y cuello, que tienen bajas tasas de supervivencia.
El trabajo, cuyos resultados se han publicado en la revista Nature Communications, ha encontrado de esa manera dianas terapéuticas para el desarrollo futuro de fármacos, y describe además una «firma genética» que permitiría identificar a los pacientes con un mal pronóstico.
Los investigadores han mostrado que la alteración o la desregulación de este patrón confieren propiedades malignas a las células sanas y, combinada con alteraciones genéticas, acelera el desarrollo de tumores.
El estudio, que se ha realizado en ratones, también ha demostrado que la inactivación de elementos clave de ese programa patológico conlleva la reversión de las células malignas a un comportamiento similar al sano.
El trabajo ha sido realizado por investigadores del Centro de Investigación del Cáncer (centro Mixto del CSIC y de la Universidad de Salamanca) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer.
Los científicos han descubierto una ruta de señalización activada por una molécula (denominada VAV2) que es esencial para el desarrollo y la evolución de estas características malignas.
Según ha subrayado este 22-S el CSIC, en una nota de prensa, se trata de un estudio de ciencia básica, pero apunta a posibles aplicaciones clínicas. «La pista inicial para este trabajo la dieron estudios bioinformáticos de datos genómicos de tumores, que revelaron que la expresión de esta molécula está muy elevada en una proporción muy alta de pacientes con cánceres de cabeza y cuello», ha indicado el investigador del CSIC Xosé Bustelo, del Centro de Investigación del Cáncer, quien ha dirigido este trabajo.
«Estos estudios también revelaron que los niveles de expresión de esta molécula estaban asociados con un mal pronóstico para estos pacientes; esto nos llevó a estudiarla en más detalle», ha explicado.
Para poder establecer el papel de esta molécula, el grupo generó un ratón modificado genéticamente que reproducía el patrón de desregulación de esa molécula presente en los tumores humanos./SYGA
Con información de Panorama
Foto: vía Con Salud
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