La poca vegetación arbórea existente en la avenida la Ribereña, a la altura del elevado de Valle Hondo, está al borde la extinción definitiva. Están rociando líquido inflamable a los pies de los arboles de la especie de acacia roja, y por si fuera poco los están talando. Ocurre muy cerca de la sede regional del Ministerio de Ecosocialismo (Minec).
Transeúntes y vecinos denuncian a un individuo quien, al parecer, “vive en una invasión contigua”. El delito ecológico se comete a escasos metros de la entrada a la urbanización la Ribereña, justo en la margen derecha del brocal de separación.
Hasta los momentos no hay acciones legales sobre la situación que está destruyendo en días lo que le costó años a la naturaleza.
“No se puede esperar que suceda el daño y luego se oigan las lamentaciones, ayer fue el Parque Nacional Terepaima y hoy es este lugar”, dijo Johana Rivero, quien frecuentemente pasa por el lugar y ve al citado individuo, cortar con un hacha los arboles sembrados a principio de los años 90.
Las gráficas son elocuentes e irrefutables, por lo que amerita la rápida y eficaz intervención de las autoridades con competencia como la guardería ambiental, el Minec, Alcaldía de Palavecino y Fiscalía del Ambiente.
Fotos y texto: José Luis Sotillo