El gobierno estadounidense anunció el jueves una recompensa millonaria para dar con el paradero de un socio del exvicepresidente venezolano Tareck Zaidan El-Aissami Maddah en una organización de crimen organizado, aumentando así la presión contra exfuncionarios de la nación sudamericana que han sido acusados y están prófugos de la justicia.
Cualquier persona que aporte información que ayude a detener o condenar judicialmente al venezolano Samarak José López Bello recibirá 5 millones de dólares de recompensa, dijo el departamento de Estado.
Buscamos “proteger a los ciudadanos estadounidenses del régimen ilegítimo de (Nicolás) Maduro y ayudar a la población venezolana a restaurar su democracia”, escribió el secretario de Estado Mike Pompeo en su cuenta de Twitter al efectuar el anuncio.
El anuncio se produce una semana después de que se ofrecieran recompensas de 30 millones de dólares por la captura de cinco exfuncionarios venezolanos, entre ellos un exjefe de Interpol que pedía sobornos a narcotraficantes arrestados en su país para impedir que fueran extraditados a Estados Unidos.
Aunque el gobierno estadounidense ha utilizado el programa de recompensas durante años, independientemente de su signo político, los anuncios por venezolanos se han acelerado en los últimos meses a la par que las sanciones contra funcionarios de la nación sudamericana presuntamente involucrados en corrupción y narcotráfico.
El gobierno estadounidense considera al presidente venezolano Nicolás Maduro como un dictador y fue uno de los primeros en apoyar y reconocer como mandatario interino al líder opositor Juan Guaidó.
Maduro, tildado por Estados Unidos como uno de los mayores narcotraficante de las Américas, fue acusado en mazo de narcoterrorismo, corrupción y narcotráfico, junto a otros 14 ex y actuales funcionarios de su país.
Para algunos expertos y analistas, aunque estos anuncios pueden lograr que la gente delate a las personas buscadas, el verdadero impacto es más bien mediático y debe analizarse en el contexto de las elecciones del 3 noviembre, en las que el presidente Donald Trump buscará un segundo mandato.
“Es para demostrar que se está haciendo algo, y algo grande”, expresó Eduardo Gamarra, experto en temas latinoamericanos de la Universidad Internacional de la Florida, en una entrevista telefónica con The Associated Press. “Lo real es que son parte de las sanciones y tienen un tono electoral profundo”, dijo.
En Estados Unidos vive una numerosa comunidad venezolana que comenzó a llegar tras la llegada al poder del fallecido presidente Hugo Chávez. Aunque los que pueden votar no son muchos en comparación con otros grupos de inmigrantes como los cubanos-estadounidenses, su sufragio es codiciado y podría marcar una diferencia en estados indecisos como el de la Florida, donde vive la mayoría de ellos.
El departamento de Estado dijo que la recompensa de López Bello estaba relacionada con las recompensas de hasta 10 millones de dólares que se ofrecen por El-Aissami Maddah —que se hizo pública en marzo— y de hasta 5 millones de dólares por el el titular de la Superintendencia Nacional de Criptomonedas del gobierno de Maduro, Joselit de la Trinidad Ramírez Camacho, en junio.
López Bello se asoció con otros venezolanos al intentar violar y evadir sanciones establecidas por el gobierno estadounidense. Ha sido acusado de varios delitos transnacionales en los tribunales del distrito sur de Nueva York, junto con El-Aissami y Ramírez.
Al menos una decena de exfuncionarios venezolanos han sido incluidos desde marzo en la lista de recompensas ofrecida por el departamento de Estado, entre ellos Maduro y el exvicepresidente Diosdado Cabello.
Desde marzo se ha ofrecido al menos 85 millones de dólares por todos ellos.
Por Maduro, a quien el gobierno estadounidense acusa de ser uno de los líderes del Cartel de los Soles, se ofrecen 15 millones de dólares.
“Claramente la gente tiene información que puede ayudar a localizar y extraditar, si es posible, a los criminales a Estados Unidos, y el dinero los hace pensar en hacerlo”, expresó Alex Piquero, presidente del departamento de Sociología y Artes y Ciencias de la Universidad de Miami.
El objetivo, sin embargo, no siempre se ha conseguido, dijo.
El dinero ofrecido es parte del Programa de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional del departamento de Estado.
Más de 75 narcotraficantes han sido detenidos y llevados a la justicia desde que este programa y el Programa de Recompensas contra los Estupefacientes fueron lanzados en 1986. Más de 130 millones de dólares se han pagado por esas recompensas.
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