Las arrugas, esas raya muy fina que se forma en la piel al envejecer, es algo que no podemos evitar pero que si retrasar su aparición. En este sentido, las mascarillas a base de bicarbonato ayudan a revenir y disminuirlas, además de, permitir eliminar bacterias y minimizar manchas solares.
Tipo de mascarillas
A continuación explicamos tres tipos de mascarillas a base de este ingrediente que siempre tenemos en los hogares.
Bicarbonato y aceite de coco
Lo único que necesitas es una cucharada de bicarbonato de sodio y una cucharada de aceite de coco, las cuales debes colocar en un recipiente limpio en donde debes integrar hasta que quede una pasta homogénea la cual debes colocar sobre el rostro limpio.
Esta mascarilla la puedes colocar con una brocha para mejores resultados o con los dedos mientras realizas movimientos circulares. Dejas que la mascarilla actué durante 15 a 20 minutos y después la retiras con agua fría. La puedes usar una vez a la semana.
Con esta mascarilla lograrás una buena hidratación en la piel, la cual es clave para combatir las arrugas, por lo que esta mascarilla te aportará esos beneficios.
Mascarilla exfoliante
Para esta mascarilla necesitarás tres cucharadas de bicarbonato de sodio, 30 mililitros de agua mineral, el jugo de medio limón y cuatro gotas de aceite de oliva o si prefieres puede ser lavanda o almendras.
Una vez que tengas todos los ingredientes a la mano debes colocar el bicarbonato en un recipiente limpio y lo mezclas con el agua mineral hasta conseguir una pasta a la que le vas a agregar el jugo de limón y hasta el final el aceite que hayas elegido.
Esta mascarilla la puedes usar una vez cada dos semanas y solo deberás colocarla sobre el rostro limpio durante 15 minutos y posterior a ese tiempo enjuaga con agua tibia. Esto te ayudará a eliminar las células muertas y las toxinas que se almacenan en tu piel, además de que la hidratarán.
Mascarilla suavizante
Solo necesitas dos cucharadas de bicarbonato de sodio, una bolsa de té de manzanilla, media taza de agua, dos cucharadas de avena en copos y una cucharada de miel.
Lo primero que debes hacer es preparar la infusión de manzanilla como normalmente lo haces. Mientras que la avena la debes desintegrar a mano o en la licuadora. Una vez listo, coloca el bicarbonato, la miel y la avena en un recipiente limpio y luego incorporas la manzanilla de a poco y cuando esté tibia.
Una vez lista la mezcla, la colocas en la cara con ligeros toques, si tienes piel grasa o mixta, enfócate en las áreas como la zona T y deja actuar durante 20 minutos para posteriormente enjuagar con agua tibia o fría.
Esta mascarilla la puedes repetir hasta una vez por semana y además de ayudarte a minimizar las arrugas, te dejará una piel resplandeciente y suave, por lo que no dudes en consentirte con esta mezcla casera y no olvides colocar tu crema hidratante al término.