Hasta nuestras oficinas de redacción se llegó el señor Isidro José Rojas Serrano, con el fin de desmentir –dijo- algunos señalamientos hechos en su contra a través de este medio de comunicación social por su propio hermano, de nombre José Luis Rojas Serrano.
Al parecer, los problemas entre los dos hermanos se derivan de una especie de pugna entre ambos por la posesión y el subsiguiente derecho a habitar una casa ubicada en la calle 48 entre las carreras 28 y 29, signada con el número 28-43.
-Es totalmente falso –destacó el visitante- que mi esposa o yo mismo lo hayamos agredido a él, sino al contrario.
-Y fue él quien se lesionó su mano derecha debido a los golpes que él mismo, en uno de sus tantos accesos de ira, le propinaba a la pared de la casa.
Larga historia
Isidro José contó una larga historia acerca del origen del conflicto, que, resumida, sería la siguiente:
-Esa casa la alquiló mi mamá, Elena María Serrano Pereira, en el año 1.974, a una señora cuyo nombre no recuerdo.
-El caso es que, después de muchos años de estar viviendo allí, mi mamá, antes de morir, nos dijo que ella había llegado a un acuerdo de palabra con la dueña, quien le había dicho que ya la casa era de ella, es decir, de mi mamá, por todo lo que le había pagado de alquiler a esa dueña.
-Pero, según mi mamá, eso fue un acuerdo de palabra.
El caso es que nosotros, es decir, todos los hermanos, cinco varones y una hembra, continuamos viviendo allí durante un buen tiempo.
Pero, poco a poco, los demás hermanos se fueron yendo de la casa a vivir a otra parte, precisamente por problemas con José Luis, hasta llegar a este momento, cuando solamente quedamos viviendo allí él y yo, con nuestras respectivas familias.
Apuntó Isidro José que “los problemas entre él y yo comenzaron en el año 2.018, cuando se llevó a vivir allí a un hijo de él recién salido de la cárcel de Uribana, y éste, a su vez, se llevó también para allá a una mujer que consiguió en el Terminal de Pasajeros”.
Dijo Isidro José, además, que él tiene un título supletorio de la vivienda, que le expidió el Tribunal Segundo en lo Civil del Esta Lara, “porque yo le he hecho muchas mejoras a esa casa”.
Reconoció que, “por supuesto, el vivir allí se ha convertido en un infierno, por las apetencias de él, que quiere apoderarse de la casa a como dé lugar”.
Por último, resaltó que, en este momento, el caso se halla nivel judicial, “en espera de que haya una decisión definitiva”.
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Reinaldo Gómez
Foto: Aura Rosa Castillo