No queremos vivir de viejas glorias, pero si nos anima un sentimiento de remembranza de los memorables y buenos tiempos de El Tocuyo, municipio Morán. Una ciudad noble y pujante con miras a un crecimiento, Tal como lo reseñaron los escritores, poetas y ensayistas de aquellos tiempos la “Atenas de Occidente”.
Pujante, dinámica en las obras arquitectónicas que aún hoy día se perciben en los escombros de algunas obras arquitectónicas; en la cultura intelectual puesta de manifiesto en tantos hijos ilustres que surgieron y se formaron en los conventos de aquellos tiempos, dígase el de Nuestra Señora de los Ángeles, actual Casa de la Cultura, y el anexo al templo de Santo Domingo conjuntamente con el Colegio Federal y el de La Concordia.
En lo económico el crecimiento no era fortuito para los moradores sino que dependía de su afán de lucha y espíritu de trabajo para lograr honestamente el usufructo que garantizara su porvenir. Agricultura, comercio, ganadería. Pequeña y mediana industria artesanal.
El poeta Roberto Montesinos conjuntamente con el musicólogo y maestro José Ángel Rodríguez López con motivo del cuatricentenario del nacimiento jurídico de la pura y limpia Inmaculada Concepción de El Tocuyo rasgaron el pentagrama con el Himno votivo a la «Ciudad de los lagos verdes», allí se plasma la nobleza, tranquilidad y honor que embarga a los habitantes en este solaz territorio.
Un pueblo tranquilo, productivo, con inmensos deseos de superación, con mucha sabiduría que es sinónimo de humildad que abraza a todos y cada uno de los habitantes de este terruño.
Jamás imaginaron estos poetas y otros como Edilio, Alcides Lozada, Pío Tamayo que su lar nativo después de 75 años presentara las más paupérrimas e indignantes condiciones de habitabilidad como las que ostenta nuestra “cañaveral” ciudad. De «Los Lagos Verdes.

Lagunas pestilentes, por los cuatro costados de la ciudad, las calles y aceras parecen trincheras de guerra, cloacas colapsadas en el norte, sur, este y oeste. lamentablemente no se vislumbra por parte de las autoridades gubernamentales solución a lo graves problemas de nuestra longeva ciudad.
¿Será que los gobernantes se creen que con esto pasarán brillantemente a la historia? Probablemente sí, pero a la historia del desastre, la destrucción por la negligencia.
La zona Industrial de la «Ciudad Madre» d se quedó en aparaTo, sin ningún tipo de actividad para el momento. Las industrias que eran el nervio motor, para la acción y la vida productiva de los tocuyanos como el Centra Tocuyo, actual azucarera Pío Tamayo, hoy en quiebra, así como la Espalsa, actual Nestlé, también en vías de desaparición.
“Manos a la obra gestores gubernamentales, la Ciudad de El Tocuyo en sus 475 años merece una especial atención. ¡Salve ciudad Madre de Ciudades!»
Pedro Timaure.
Fotos: cortesía