ICOLT // Consternación y repudio es lo que hay en la parroquia San Blas, de Valencia, donde las autoridades encontraron a una niña de nueve años amarrada a una silla, con evidencias de maltrato físico y de haber comido excremento humano.
Fueron los vecinos quienes avisaron a PoliCarabobo cuyos funcionarios confirmaron que la menor presentaba hematomas y quemaduras en manos y piernas, así como severo estado de desnutrición.
El director general de la policía carabobeña, comisario jefe Pedro Velasco, explicó que junto a funcionarios del Consejo de Protección del Menor esperaron a que llegara la pareja denunciada por la comunidad.
Mientras la niña era trasladad a un centro asistencial, llegaron a la casa el padre (33 años) y su pareja (de 32 años y madrastra de la niña). Ambos fueron arrestados y enfrentan cargos por presunto maltrato físico.
De acuerdo a la información que circula ya por todo el país, la madre de la pequeña víctima partió a Colombia hace unos meses, y la dejó al cuidado de su padre.
Aunque la niña estaba casi moribunda, fue estabilizada. Trascendió que tiene una hermana en condición especial y que ambas quedaron bajo la responsabilidad del Consejo de Protección de Valencia.