El presidente hondureño vuelve a estar en la mira de la justicia estadounidenses luego de que su nombre saliera a colación durante un juicio al narcotraficante Geovanny Fuentes-Ramírez. En el segundo día de juicio, un fiscal refirió que un contable presenció reuniones entre el presidente Hernández y un supuesto narcotraficante en las que se planeaba tráfico de cocaína a Estados Unidos.
El fiscal Jacob Gutwillig aseguró el martes durante su presentación que el mandatario presuntamente dijo “meteremos las drogas por las narices de los gringos”. Las supuestas reuniones ocurrieron en 2013 y 2014, dijo el fiscal.
El juicio arrancó el lunes en la corte del distrito sur de Nueva York. Fuentes-Ramírez, arrestado en marzo de 2020 en la Florida, enfrenta cargos de tráfico de drogas y posesión de armas.
Desde hace unos dos años, fiscales estadounidenses y traficantes de drogas ya presos han acusado al mandatario Hernández de recibir fondos de parte de narcos para poder financiar campañas electorales y comprar los votos de diputados para lograr ser presidente del Congreso y más adelante del país.
En las últimas acusaciones de cara al juicio, los fiscales han dicho que el mandatario aceptó sobornos de Fuentes-Ramírez a cambio de proteger su laboratorio de cocaína y que además accedió a que las fuerzas armadas ayudaran al traficante a transportar la droga. Hernández ha negado las acusaciones de forma repetida y ha dicho que se basan en mentiras hechas por narcos que buscan vengarse de él y reducir sus sentencias en Estados Unidos.
El contable mencionado el martes, a quien el fiscal llamo José Sánchez, manejaba un negocio de arroces a través del cual Fuentes-Ramírez lavaba dinero proveniente de la droga. Sánchez será uno de los testigos en el juicio a Fuentes-Ramírez, dijo el fiscal.
El fiscal destacó la alarma que sintió el contable al ver las reuniones.
“El shock, el miedo que sintió cuando vio al acusado reuniéndose con el presidente”, dijo Gutwillig.
Un abogado defensor de Fuentes-Ramírez desacreditó en su discurso de presentación la credibilidad del contable, diciendo que el gobierno estadounidense le beneficiará aprobando su solicitud de asilo a cambio de su testimonio.
“Aparentemente 25.000 dólares es todo lo que se necesita para sobornar al presidente”, dijo el abogado Eylan Shulman.
Shulman defendió al presidente, diciendo a los miembros del jurado que el mandatario impulsó la extradición de narcotraficantes hondureños a Estados Unidos.
Los fiscales ya han dicho en el pasado que 25.000 dólares es el soborno que Fuentes-Ramírez pago al presidente de Honduras.
El primer testigo del juicio fue el agente de la agencia antidrogas estadounidense Brian Fairbanks, a quien los fiscales le preguntaron sobre contenido encontrado en el celular de Fuentes-Ramírez. Éste, por ejemplo, tenía en su celular el número del presidente Hernández y su cuenta de correo electrónico de gmail.
Fairbanks también explicó fotografías que mostró la fiscalía al jurado en las que se ve al presidente posando sonriente junto a un hijo y un hermano de Fuentes-Ramírez. Asimismo, testificó sobre fotografías encontradas en las cuentas de iCloud e Instagram de un hijo de Fuentes-Ramírez. Éstas muestran rifles y pistolas de todo tipo. AP