La nueva princesa Disney no podía llegar en mejor momento: Raya es una guerrera con una aventura propia de los mejores «Indiana Jones» o «Tomb Raider», que debe unir a su pueblo para salvarlo de una amenaza que ha fracturado a la sociedad.
La cinta viaja a Kumandra, un mundo ficticio en el que humanos y dragones convivían en completa armonía hasta que una fuerza sobrenatural convirtió a todos los habitantes en piedra.
En un acto de generosidad, los dragones se sacrificaron para salvar a los humanos, pero la miseria y escasez despertaron la desconfianza en el reino, ahora dividido en pequeños territorios que parecen irreconciliables.
Aunque la producción de «Raya and the Last Dragon» comenzó en 2018, desde el mismo arranque parece que Disney hace una alegoría del mundo real con una introducción que sugiere que, a pesar de toda adversidad, el peor enemigo del ser humano es… el ser humano.
Esta producción se ha convertido para el gigante del entretenimiento en la película «más hermosa»
El director de la cinta explica que «Raya solo quiere unir a gente de diferentes tierras, llevar al mundo a un estado de armonía».
Con «Frozen» y «Moana«, Disney se ha ido alejando poco a poco del prototipo caduco de princesa como mujer delicada, insegura y cuya salvación pasa irremediablemente por la conquista de un hombre.
Raya da un paso más, aquí no hay príncipe ni se le espera. Tampoco tiene dudas de su talento.
Este personaje «Encaja muy bien en la familia de princesas Disney, pero también es totalmente diferente», describe el director./DR
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