El comercio se ha visto afectado con la reducción de gran parte del número de ventas acostumbrado, sobre todo en aquellos sectores que no están dentro de los priorizados por las medidas gubernamentales para frenar la expansión de la pandemia en el país.
Es por esto, que muchos venezolanos han optado por comercializar alimentos en sus locales -no dispuestos para este tipo de ventas- para poder levantar las santamarías durante las semanas radicales, donde solo los vendedores de rubros autorizados pueden hacerlo.
José Maldonado, empleado de una tienda de ropa afirmó para El Informador Venezuela que «debido a que la ropa es costosa y no se vende como antes, los jefes en vez de dejar de venderla, decidieron agregar comida al inventario. En las semanas radicales vendemos comida y a veces se llevan una camisa o un pantalón, pero muy poco».
Otros, también optan por vender bebidas y dulces, dentro de sus locales. Y en casos más extremos, deciden dejar de ofrecer los productos que antes vendían para exhibir solo alimentos, como es el caso de Juan Silva, dueño de una verdurería que abrió hace pocos meses y que antes, era una zapatería.
«Yo tenía una zapatería pero desde hace más de un año, se vende muy poco y con esto de las semanas radicales, vendía menos. Por eso cerramos y cambiamos completamente, ahora con la venta de verduras, aparte que puedo abrir siempre, vendo un poco más» dijo Silva.
Los deliverys como opción
Debido a que la pandemia no ha impedido que los locales de comida busquen formas para seguir ofreciéndole comida a sus clientes y un sueldo a sus empleados.
En algunos restaurantes o panaderías que si pueden abrir pero que solo se les permite vender «para llevar», decidieron ofrecer servicios a domicilio conocidos como ‘Delivery’ para no detener las ventas.
Tomando las medidas de precaución necesaria, sorteando las dificultades de transporte propias de la situación país y de forma un poco improvisada, el delivery surgió como una opción para los negocios.
Eliagnis Mora
Fotos: Ángel Zambrano