Con mascarillas y en silencio, más de 1.000 policías, familiares y otras personas rindieron homenaje el lunes a una agente de la policía francesa asesinada afuera de su estación, un crimen que las autoridades investigan como un ataque extremista.
Familiares, colegas y amigos de la mujer policía se sumaron a funcionarios municipales en la ceremonia de tributo frente al Ayuntamiento de Rambouillet, un tranquilo suburbio de París que el viernes se vio sacudido por el apuñalamiento cometido por un presunto extremista islámico.
«Una llama se ha apagado en los corazones de todos», dijo la alcaldesa Veronique Matillon a los presentes, al rendir homenaje a una mujer que «fue asesinada en el cumplimiento de sus funciones». La víctima fue identificada públicamente solo como Stephanie M.
Sindicatos policiales hicieron un llamado a reunirse frente a delegaciones de la policía en todo Francia al mismo tiempo que el evento en Rambouillet.
Mientras tanto, un grupo de imanes a también exhortó a congregarse en Rambouillet en honor de la agente asesinada y mostrar su apoyo a la policía. El grupo indicó que era importante «condenar categóricamente toda violencia ciega perpetrada por una ideología radical» que afecta los esfuerzos por unir a los franceses.
Agentes de la policía francesa abatieron al agresor, un tunecino de 37 años, poco después de que apuñalara a la empleada administrativa desarmada el lunes a las puertas de su estación policial.
Tres personas permanecen detenidas como parte de una investigación antiterrorista con que se pretende identificar a posibles cómplices y motivos, de acuerdo con un funcionario judicial el lunes.