Al menos dos personas murieron y 44 policías resultaron heridos este miércoles, en una jornada en la que se presentaron múltiples saqueos a establecimientos comerciales y daños en infraestructura y transporte público.
Además 26 manifestantes fueron detenidos mientras protestaban por descontento con la reforma fiscal presentada por el Gobierno al Congreso.
Los episodios más tensos fueron en Cali, donde la jornada comenzó caldeada después de que un grupo de indígenas Misak derribaran la estatua del fundador de la ciudad, el conquistador español Sebastián de Belalcázar.
El Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, informó que el control y vigilancia en la ciudad será reforzada con tropas del Ejército, además de decretar toque de queda y la ley seca en la región hasta el próximo domingo 02 de mayo.
Según Ospina, los “vándalos se dividieron la ciudad en diferentes áreas” y actuaron en el oriente “donde desafortunadamente una persona murió en hechos no esclarecidos vinculados con la manifestación”.
Otra persona falleció en Neiva, capital del departamento del Huila, en momentos en que participaba de la manifestación. Al parecer su fallecimiento fue causado por un ataque epiléptico y, según el hospital al que llevaron su cuerpo, no presentaba “perforaciones ni heridas de arma de fuego”./SYGA
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