El paracorto puertorriqueño Francisco Lindor fue abucheado por el público de los Mets de Nueva York en el Citi Field, durante el partido del martes de interligas contra los Medias Rojas de Boston, que terminaron por ganar 2-1 ante 7.917 espectadores.
El boricua escuchó la rechifla dirigida hacia su persona en la derrota de su club, por lo que él mismo fue capaz de decir y después recordar que nunca había sido silbado por los fanáticos locales en el Progressive Field de Cleveland cuando pertenecía a los Indios.
Necesitó de sólo nueve juegos en casa para que sufriera en carne propia las silbatinas de los fanáticos de los Mets en Nueva York. “Es interesante y divertido, pero a la vez causa ruido”, dijo el pelotero. “No se siente nada bien, eso es seguro”, insistió.
Explicó que es la primera vez que le pasa en su carrera. “Es divertido porque me abuchean y la gente piensa que me voy a ir a mi casa, a ponerme a pensar por qué me silban. Yo lo entiendo, pitan porque no hay resultados, eso es todo. Los esperan, es parte del trabajo, la gente los espera y abuchea porque no los hay. Sólo espero que aplaudan y salten cuando yo empiece a dar jonrones, y cuando empiece a ayudar al equipo a diario mucho más de lo que hago ahora mismo”.
Aclaró que para tratar de salir del slump, que incluye un sólo machetazo en sus primeros 69 turnos oficiales, ha intentado algunas rutinas de bateo que solía hacer en Cleveland, con la esperanza de reencontrar el swing que lo ayudó a ir cuatro veces al Juego de Estrellas con los indígenas.
Pero tras irse de 3-0 el miércoles también contra Boston que triunfó 1-0, Lindor batea .203/.317/.261 con apenas dos extrabases en 83 visitas al plato. El mánager de los Mets, el dominicano Luis Rojas, expresó que jugador “sabe bastante bien lo que hace y tiene muy buena rutina”. Pero eso no quita que él también sea humano. Es natural ponerse algo de presión adicional sobre sí mismo después de firmar una extensión de 341 millones de dólares.
En ese sentido, el jugador reconoce que todavía trata de ajustarse” no sólo a un nuevo equipo y una nueva ciudad, sino también a una nueva liga, aunque indicó que no quería poner esas cosas como excusas para su mal momento alrededor del home.
“Te lanzan un poco diferente, pero al final del día, es la misma pelota. El montículo está a la misma distancia y las bases se hallan en los mismos lugares”, afirmó Lindor. “Pero sí, empiezo a acostumbrarme a cómo lanzan, cómo hacen las cosas, cómo atacan a los bateadores. Sólo tengo que mejorar. Para ser honesto, tengo que progresar y sé que voy a hacerlo. Espero crecer más y más a la liga, claro. Yo llegué a Nueva York para ganar”, añadió. “Y voy a hacer lo que sea necesario para ganar”.
Antonio José Seijas vía Anthony DiComo de MLB.com
Foto: Francisco Lindor entrena, hace las pequeñas cosas, pero nada le sale bien