Angélica Romero Navas.- Suceden muchas cosas en la vida de una mujer cuando se convierte en madre. No sólo se desarrolla una especial sensibilidad ante su manera de percibir el mundo sino que descubre cosas en sí misma que antes no fue capaz de ver, habilidades extraordinarias que guardaba en su interior.
Cuando Daniela Barreto Arispe tuvo a sus hijas, descubrió que con sus manos podía hacer hermosos accesorios para hacerlas lucir aún más lindas. Gracias a Isabella y Micaela, que son opuestas como la vainilla y el chocolate, descubrió que si podía complacerlas a ellas, también podía hacer creaciones para todos los gustos.
Así nació su emprendimiento: Vainilla y Chocolate Mix. Una marca de accesorios, cuyo fuerte se centra en lazos para las niñas, pero no de esos que encuentras en la tienda de la esquina, lo de ella son los colores, la personalización y la innovación.
Y precisamente con ganas de innovar nació una pieza que actualmente es la más pedida: los lazos de la Divina Pastora. Son creaciones en cintas personalizadas, con siluetas de la Virgen y frases en tonos dorados que atraen todas las miradas.
“Quise hacer un lazo que enganchara, que transmitiera lo que yo siento por la Virgen. Fui hasta ella, la contemplé y comencé a pensar qué siento o qué le pido cuando estoy cerca de ella, de allí surgieron las frases: cuídame, protégeme, acompáñame, que hoy están plasmadas en los lazos”.
Daniela, siempre impulsada por el apoyo de su mamá, le ofreció a la Virgen su trabajo. Cada creación sería diseñada y hecha con mucho amor, además prometió repartir estampitas con la imagen de la Divina Pastora, durante la procesión del 14 de enero.
El toque especial que Vainilla y Chocolate Mix le ofrece a los devotos no es sólo un hermoso lazo, sino que va acompañado con una estampita bendecida, que su creadora se encarga de llevar a la Iglesia para que sea bendecida. “A nuestros clientes le entregamos una pieza mágica, con gran carga espiritual”.
También tiene una pieza especial hecha en alianza con el artista plástico Jesús Pernalete Túa, quien pinta las cintas para que posteriormente Daniela haga sus diseños. Las ganancias producto de las ventas, son entregadas a la Fundación El Canto de la Esperanza, que se encarga de enseñar música a niños de escasos recursos en el oeste de Barquisimeto.
La receptividad de sus clientes ha sido maravillosa. Ya tiene listos los pedidos para los visitantes de Caracas, Valencia, Maracaibo, Punto Fijo y otras partes de Venezuela que este 14 de enero llegarán a Barquisimeto para asistir a la procesión. También enviará algunos encargos a España e Italia.
La devoción de Daniela hacia la Virgen es tan grande, que siempre trata de transmitírsela a todos los que tiene cerca. A su familia y amigos que viajan al exterior, tiene la tradición de regalarles una Divina Pastora, la manera más especial que tiene de decirles: los quiero mucho y quiero que estén bien.