En un informe sobre el sector exterior publicado este lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI), explicó que, según sus cálculos, este indicador de la actividad comercial global pasó del 2,8 % del producto interior bruto (PIB) mundial en 2019 al 3,2 % en 2020.
Esto significa que el año pasado, en líneas generales, los países registraron más y mayores superavits (vendieron más productos y servicios al exterior de los que importaron) y menos y menores déficits, aunque no todos los países siguieron necesariamente esta tendencia.
Así, por ejemplo, economías que ya tradicionalmente venían acumulando déficits en la balanza comercial como Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Canadá volvieron a cerrar el ejercicio con números negativos, mientras que naciones como Alemania, Países Bajos, México, Polonia y Rusia cerraron con grandes superávits.
En los años previos al estallido de la pandemia, la tendencia venía siendo de un progresivo acercamiento al cero, es decir, se registraban más y mayores superávits en el cómputo total, pero estos eran cada vez más bajos.
Según las estimaciones del FMI, esa tendencia se habría mantenido en 2020 de no ser por el coronavirus, y el organismo internacional espera que una vez se regrese a la normalidad con la pandemia ya bajo control, el saldo comercial mundial vuelva a bajar cada año de forma gradual hasta situarse en el 2,5 % del PIB mundial en 2026.
Eso significa que, de acuerdo con los pronósticos del Fondo, entre 2022 y 2026 los países con superávits comerciales pasarán, de media, a importar más o exportar menos, mientras que los países con défictis pasarán, también de media, a importar menos o exportar más.
Cabe mencionar que esta métrica de la balanza comercial se limita a las transacciones de bienes y servicios, sin incluir las operaciones financieras, que se calculan usando otro indicador./SYGA
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