Este miércoles 04 de agosto Líbano conmemora el primer aniversario de la explosión en el puerto de Beirut, que dejo al menos 214 personas muertas y miles de heridos. La explosión fue tan potente que remeció todo el país y se escuchó hasta la isla de Chipre, a más de 200 kilómetros de distancia.
El aniversario coincide con una crisis económica y financiera sin precedentes junto con una parálisis política que dejó al país sin un gobierno funcional durante todo un año.
Unidos en el dolor y la furia, familiares de las víctimas y otros libaneses planeaban recordar el día con oraciones y protestas.
Fue una de las mayores explosiones no nucleares de la historia, producto de la detonación de cientos de toneladas de nitrato de amonio debido a un incendio.
Documentos oficiales revelaron rápidamente que los nitratos altamente combustibles estaban almacenados desprolijamente en un depósito portuario junto con otros materiales inflamables desde 2014, y que muchos altos funcionarios estaban al tanto de su presencia, pero no tomaron medidas.
Un año después, no ha habido rendición de cuentas ni respuesta a preguntas tales como quién ordenó transportar esos productos químicos y por qué la burocracia pasó por alto las advertencias reiteradas sobre el peligro que representaban.
Familiares de las víctimas planeaban un acto y oraciones en el sitio aún destruido de la explosión y se preveían grandes manifestaciones. Se erigió un mazo monumental, símbolo de la justicia, con las inscripciones “acto por la justicia” y “mi gobierno no hizo nada” frente a los silos derruidos del puerto./SYGA
Foto: AP