Elecciones o no elecciones, he ahí el dilema. En la elección de nuevas autoridades para los poderes públicos ven algunos la posibilidad de dirimir la crisis política en Venezuela, pero los voceros políticos -al menos frente a cámara- la hacen ver incierta.
En entrevista divulgada por la agencia de noticias estatal rusa RIAN Novostí, Nicolás Maduro declaró este 30 de enero que no accederá a convocar a elecciones presidenciales antes de 2025.
También dijo que mantiene su disposición a negociar con la oposición del país, pero la primera reacción del sector opositor al frente de la estrategia antigobierno fue rechazarla de plano. Carlos Vecchio, máximo representante en EEUU de Juan Guaidó, considera que Maduro solo busca «manipular» a la comunidad internacional y ganar «oxígeno» para seguir «reprimiendo».
Las elecciones presidenciales «tuvieron lugar hace menos de un año», argumenta Maduro para descartar esos comicios, pero a las que él se refiere son precisamente la manzana de la discordia por ser juzgadas como irregulares por varias de las economías económicamente poderosas del planeta.
A lo interno, la oposición cuestiona esas y las demás elecciones celebradas en 2018, por el gran ventajismo del chavismo. También acusa que los poderes públicos deben ser legitimados, ya sea por vencimiento de sus períodos o porque fueron designados fuera de la legalidad.
Y esa es la“posibilidad incierta” antes referida: adelantar las elecciones legislativas. «Sería muy bueno organizarlas (…) Son una buena forma de discusión política, una buena solución a través del voto popular», expresó Maduro en la entrevista.
Coincide su discurso con el del vicepresidente del PSVU, Diosdado Cabello, quien en su programa de televisión también descarto este miércoles elecciones generales, pero con certeza vaticinó las de la Asamblea Nacional. No detalló fechas pero agregó una nueva espina: “es el único órgano que no se ha juramentado ante la ANC”.
¿Supone eso que si se eligen nuevos diputados tendrían que juramentarse ante una ANC cuya existencia –aunque esa no sea la razón expresa- se justificó para reemplazar un Parlamento declarado en desacato?
Las siguientes parlamentarias deberían celebrarse en 2020 para el 2016-2021. En el actual contexto institucional, solo a través de un decreto de la ANC podría autorizarse su adelanto.
En todo caso, que tal circunstancia esté ocurriendo en el contexto de una dura presión internacional contra el gobierno chavista y del llamamiento de parte de la comunidad internacional a la renovación de autoridades, le da al presidente de EEUU, Donald Trump, la licencia para arrogarse la disposición de Maduro a dialogar.
Y es que la presión del país del norte mantienen asfixiadas las finanzas de Venezuela, mientras que la ejercida por la Unión Europea todavía le permite a Maduro fustigar y rechazar el “ultimátum” que algunas naciones de ese continente le dieron para realizar comicios presidenciales.
México y Uruguay, incluso el Vaticano, también algunos países europeos y caribeños apoyan el diálogo en Venezuela, pero es que hasta ellos como los más opositores a Nicolás Maduro, coinciden en un punto: elecciones.
¿De qué? Es lo que está en discusión, más no en el para qué: para relegitimar autoridades como un aliento a la reinstitucionalización del país.