Tras ser acusado de abuso sexual, el futuro del príncipe Andrés parece incierto. Sin embargo, su hermano, Carlos, planea alejarlo aún más de la vida pública.
Según informes, el príncipe de Gales parece haber notado que la posición de su hermano como miembro de la realeza es irrecuperable.
Los vínculos del duque de York con Jeffrey Epstein han causado un «daño indeseable a la institución», por lo que se podrían tomar nuevas medidas para reducir aún más su presencia en la vida pública.
El príncipe Carlos, próximo heredero al trono, concluyó hace tiempo que «la situación de su hermano es un problema sin solución».
En tal sentido, las ilusiones del duque de volver a representar a los royals en eventos importantes ahora será cosa del pasado.
«Esto probablemente fortalecerá aun más en la mente del príncipe que un camino de regreso para el duque no es demostrablemente posible, porque el espectro de esta [acusación] levanta la cabeza con espantosa regularidad», señalaron.
En estos momentos, el príncipe Andrés está en el Castillo de Balmoral (Escocia) acompañado de la Reina y su exesposa, Sarah Ferguson, mientras preparan la defensa contra la demanda con sus abogados estadounidenses.
Entre sus opciones se encuentran ignorar la denuncia o contestarla y enfrentarse a un polémico juicio en los tribunales de Nueva York.
Además, el duque podría llegar a un acuerdo con Virginia Giuffre y pagarle una gran cantidad de dinero por daños y perjuicios sin tener que asumir su culpabilidad.
La batalla legal podría extenderse por al menos dos años, afectando considerablemente las celebraciones del jubileo de platino de la reina Isabel II.
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Foto: @apnews