Las fricciones en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el sábado 18-S en México, dejaron varias interpretaciones.
Mientras algunos aseguran que fue un fracaso para la “lista negra” de los países latinoamericanos: Cuba, Nicaragua y Venezuela; otros sostienen que fue una oportunidad para legitimar posiciones políticas en el espectro regional.
En tal sentido, el “fuego cruzado” en pleno terreno entre los mandatarios de Paraguay y Uruguay, contra su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, pasó a ser anecdótico en relación a la significación de su asistencia a la cumbre y a lo que obtiene gracias a ella.
Para el analista político Tomás Socias, el viaje de Maduro busca ganar legitimidad, y el presidente de la AN de 2015, Juan Guaidó, lo sabe.
Aunque tuitió que el mandatario había salido “trasquilado” en esa búsqueda, Socias estima que la participación de Maduro le permitió a Venezuela “estar otra vez en un papel de juego internacional, que lo tenía muy reducido”.
No es el único que opina así
El politólogo Ricardo Sucre, igualmente consultado por La Voz de América, considera que el mandatario venezolano está retomando –como él mimo lo dijo- “un espacio que permita el dialogo entre diferentes”.
Sin duda, también es el espacio para para buscar más alianzas, además de los once países amigos que tiene Venezuela.
Pero Sucre aclara que ganar espacio político no significa, como dijeron algunos presidentes, que hay un reconocimiento.
No obstante, Socias analiza que Maduro “está buscando la participación de más países que están abandonando la tesis de apoyar a Guaidó, y quiere tratar de sumarlos, teniendo presente que estamos a dos meses de las elecciones en Venezuela”.
Así como el rey de España una vez le espetó a Hugo Chávez: “¿por qué no te callas?”, y Chávez no se calló, no pareciera que la falta de reconocimiento de Luis La Calle Pou y Abdo Benítez, al gobierno de Maduro, le hayan mellado sus intenciones con la cumbre.
Visto desde ese punto de vista, con o sin fricciones, la reunión de la Celac fue estratégica para Maduro quien, a decir de Ricardo Sucre, “no percibe amenazas en su permanencia en el poder”.
No en vano, hasta retó a sus pares sureños a «debatir de democracia verdadera«.
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Foto: Prensa